Shanghái (China), 9 nov (EFE).- La ciudad de Wenzhou, cuna del sector privado chino, creará 120 firmas estatales para regular su alta recurrencia a la financiación informal como alternativa a la bancaria, que causó recientemente una grave crisis de deuda pública.
Según recoge hoy la agencia oficial Xinhua, Wenzhou afrontará la situación mediante 120 nuevas empresas crediticias que den un marco de legalidad y seguridad jurídica a estos préstamos informales, y aumentará a 30 sus compañías de financiación rural.
Además, las autoridades atraerán a inversores estratégicos al Banco de Wenzhou para tratar de que aumente su capital.
Wenzhou, de hecho, había solicitado hace unas semanas el permiso para convertirse en una urbe piloto con un programa experimental para encauzar este problema.
La propuesta de las autoridades de esta ciudad, situada a unos 600 kilómetros al sur de Shanghái, llegó en medio de una fuerte crisis de deuda pública que ha destapado un escándalo de corrupción, al saberse que altos funcionarios concedían préstamos ilegalmente y con altos intereses a empresarios locales que no obtenían créditos bancarios.
De esta manera, altos funcionarios de la ciudad prestaron cientos de millones de dólares a pequeños empresarios locales.
Muchos de ellos se han visto ahora incapaces de devolver el dinero, con intereses, casi siempre, muy superiores a los de los bancos.
Ahora, las nuevas entidades que se crearán deben de poder revestir de cierta seguridad legal a los préstamos privados que, en caso de impagos como en la crisis de deuda actual, extendida hasta convertirse en crisis de deuda pública, carecen de garantías jurídicas para reclamar el dinero prestado.
Las cerca de 400.000 empresas privadas que hay registradas en Wenzhou, principales usuarias de este tipo de financiación informal, sin garantías jurídicas pero muy extendida, aportan en la actualidad más del 90 por ciento del producto interior bruto de la ciudad.
El pasado 5 de octubre, durante una visita a Wenzhou, el primer ministro chino, Wen Jiabao, pidió a los bancos locales que -a pesar de las anteriores indicaciones de Pekín- presten más fácilmente a las pequeñas empresas y toleren mayores niveles de endeudamiento, y a las autoridades que controlen el mercado informal de préstamos. EFE