Lisboa, 29 oct (EFE).- El presidente de Portugal, el conservador Aníbal Cavaco Silva, apeló hoy a un acuerdo entre el Gobierno socialista y la oposición conservadora para aprobar el presupuesto del Estado para 2011, que debe aplicar un severo plan de ajuste económico para reducir el déficit del país.
En una comparecencia al término del Consejo de Estado, el presidente luso avisó de que la situación financiera de Portugal es "muy grave" y aseguró que una aprobación del Presupuesto es "fundamental" para obtener préstamos externos y financiar la economía del país.
"(Sin él) habrá una drástica reducción al crédito a las empresas y familias, una contracción de la economía y un aumento del desempleo", aseveró Cavaco, quien recordó que la economía lusa "no funciona satisfactoriamente sin recurso al crédito externo".
El mandatario dijo también confiar "en el sentido de la responsabilidad" de las dos partes que actualmente negocian el Presupuesto de 2011: el Gobierno socialista, que tiene minoría parlamentaria, y el principal partido opositor, el centro derechista Social Demócrata (PSD), al que el propio Cavaco pertenece.
El Ejecutivo de José Sócrates y el PSD retomaron hoy las negociaciones sobre el Presupuesto tras no lograr en la última semana un acuerdo, que falló, principalmente, por la falta de consenso en la ampliación de las deducciones fiscales en los tramos fiscales más bajos y en una posible rebaja de la tasa social única.
El presupuesto del Estado para 2011, elaborado por el Gobierno, incluye drásticas medidas para reducir el déficit luso del 9,3% en 2009 al 4,6% en 2011 y así cumplir con las exigencias de Bruselas.
El corte de salarios y personal de la Administración, aumentos de impuestos a la renta y operaciones de capital, congelación de pensiones, ventas de empresas y activos del Estado y reducción de gastos e inversiones públicas son algunas de las iniciativas escogidas.
El Gobierno necesita los votos o, al menos, la abstención del PSD para sacar adelante el presupuesto en la votación prevista para el próximo 3 de noviembre, ya que los otros partidos de la Cámara, dos marxistas y uno demócrata cristiano, han anunciado que votarán en contra. EFE