Atenas, 12 abr (EFE).- Los acreedores de Grecia, integrantes de la llamada cuadriga, podrían estar considerando imponer hasta 3.000 millones de euros más de recortes automáticos que aplicar solo en caso de que Grecia incumpliera los objetivos de superávit firmados en el tercer rescate, reveló hoy la prensa estadounidense.
Los acreedores europeos -Banco Central Europeo (BCE), Comisión Europea (CE) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)- por un lado y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por otro intentan con estas nuevas medidas acercar sus posturas divergentes con respecto a los recortes que debe aplicar Grecia.
Mientras que los europeos y Grecia acordaron medidas de ahorro y de incremento de impuestos por un valor total de 5.500 millones de euros con el fin de lograr un superávit primario del 3,5 % del PIB en 2018, el FMI duda de que estos recortes sean suficientes, y asegura que ese objetivo solo será posible con al menos 8.000 millones.
El Ejecutivo griego prevé ahorrar por la reforma de las pensiones 1.800 millones de euros; generar ingresos por valor de 1.800 millones con el incremento de los impuestos directos y otro tanto por el aumento de los indirectos.
Otro punto de desacuerdo reside en que el FMI cree que una quita de deuda griega es necesaria para mantener su sostenibilidad, algo a lo que los acreedores europeos no se quieren comprometer.
No obstante tanto BCE, como CE y MEDE consideran condición indispensable que el FMI se implique en el rescate para desembolsar el primer tramo.
Las negociaciones entre los acreedores y Grecia en Atenas se interrumpieron la semana pasada por la reunión de primavera del FMI en Washington y se reanudarán mañana lunes.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, corrigió sus previsiones en una entrevista con la televisión pública al asegurar que las negociaciones culminarán antes el 1 de mayo, día de la Pascua ortodoxa, y no antes del 22, antes de la reunión del Eurogrupo, tal y como había asegurado su Ejecutivo la semana pasada.