Madrid, 21 sep (.).- El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, ha considerado hoy que en el medio plazo, cinco o seis años, "lo más probable" es que el déficit de la Seguridad Social se estabilice en un 1,5 % del PIB.
En una jornada sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones, organizada por El Confidencial y el Banco Sabadell (MC:SABE), Escrivá ha comentado que, aunque el problema de las pensiones "no es dramático" en el medio plazo, al objeto de reducir los gastos de la Seguridad Social se deberían excluir las pensiones no contributivas (viudedad y orfandad), que actualmente suponen un coste de 20.000 millones de euros.
Para 2016, Escrivá ha subrayado que el déficit de la Seguridad Social será del 1,6 ó el,7 % del PIB, "desbordando claramente" el objetivo original, que era del 0,3 %, y la revisión realizada en abril por el Ministerio de Hacienda, del 1 %.
El responsable de AIReF se ha preguntado por qué si la Seguridad Social estaba en equilibrio en el año 2011, cinco años más tarde España se enfrenta a un déficit de 17.000 millones de euros.
Escrivá ha señalado que la "incubación" de un déficit de tal dimensión se ha producido pese a la aportación del Estado a los fondos de la Seguridad Social, que ha aumentado en 4.000 millones, y las reformas realizadas entre 2011 y 2013 para contener el gasto.
En este sentido, ha considerado que este punto y medio de déficit se puede explicar por la evolución de la inflación, ya que desde 2013 "hay un shock de la inflación de 10 puntos".
En su opinión, esto es lo que ha deprimido, de forma considerable, los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social.
A largo plazo, el responsable de la AIReF ha reconocido que hay una "gran incertidumbre" a la hora de hacer proyecciones de ingresos y gastos.
Ha comentado que no es útil hacer pronósticos para el año 2060 y es mejor trabajar, a medio plazo, en análisis de sostenibilidad de las pensiones ante distintos escenarios, que acoten la incertidumbre.
Por su parte el subdirector de Fedea, Ignacio Conde-Ruiz, ha coincidido con Escrivá en augurar un déficit del 1,5 % del PIB en el medio plazo pero ha precisado que, "desde ahora mismo hasta dentro de varias décadas, los ingresos van a ser insuficientes para financiar los gastos y las pensiones sólo subirán el 0,25 % cada año".
Para Conde-Ruiz, la clave está en la inflación y todos los jubilados verán que, según suba ésta, su poder adquisitivo caerá al el 1,75 % el primer año, y otro tanto el segundo.
Este economista ha asegurado que el actual sistema carece de lógica ya que los pensionistas van perdiendo poder adquisitivo a medida que van pasando los años.
El responsable de Fedea ha apostado por una reforma en profundidad y ha planteado como solución para contener el gasto un sistema tipo asistencial, en el cual se da la misma pensión a todos los trabajadores, independientemente de lo que hayan cotizado.
Por su parte el socio de AFI, José Antonio Herce, ha propuesto aumentar la edad de jubilación después de los 65 años y ha descartado que ello afecte al empleo.