Por Richard Balmforth y Thomas Grove
KIEV/DONETSK Ucrania (Reuters) - Ucrania dejó su impronta en el día de la independencia del país con una marcha militar en Kiev que buscaba enviar un mensaje desafiante a Rusia, aunque los rebeldes prorrusos contraatacaron haciendo desfilar por las calles de su bastión de Donetsk a las tropas ucranianas capturadas.
Estos eventos rivales son una muestra de la división que habrá que sortear si se quiere alcanzar un compromiso sobre Ucrania en la primera reunión en meses que el martes tendrán el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo ucraniano.
Lsa fuerzas ucranianas están tratando de sofocar la rebelión separatista prorrusa del este del país y el domingo pudo oírse un intenso fuego de artillería en el bastión rebelde de Donetsk.
En la Plaza de la Independencia de Kiev -escenario de las protestas que desalojaron del poder al presidente apoyado por Moscú y que precipitaron la crisis-, el presidente ucraniano Petro Poroshenko pasó revista a columnas formadas por hombres y vehículos blindados.
Parte de las tropas se dirigirían en breve, según dijo Poroshenko, al frente del este de Ucrania.
En un discurso emotivo y desafiante, Poroshenko dijo que su país estaba combatiendo "una guerra contra la agresión externa, por Ucrania, por su libertad, por su pueblo y por la independencia". Estas palabras estaban dirigidas directamente a Moscú, que para Kiev está detrás de la rebelión.
"Está claro que en el futuro próximo, desgraciadamente, pesará sobre Ucrania una amenaza militar constante. Y tenemos que aprender no sólo a convivir con ello, sino a estar siempre preparados para defender la independencia de nuestro país".
Poroshenko anunció que destinará unos 3.000 millones de dólares en re-equipar el ejército en 2015-2017. Las fuerzas armadas ucranianas apenas son una fracción de las rusas.
Después de las protestas echasen a un líder respaldado por el Kremlin, Rusia se anexionó la península de Crimea en marzo y partes rusoparlantes del este del país se rebelaron contra Kiev.
Kiev y sus aliados occidentales dicen que Moscú ha respondido a los avances de las fuerzas gubernamentales con la introducción clandestina de hombres y armas en el este de Ucrania para apoyar a la rebelión, una acusación que Moscú rechaza.
DESFILE DE PRISIONEROS DE GUERRA
Diplomáticos dijeron que la reuníón del martes de Putin y Poroshenko en la capital bielorrusa de Minsk es la mejor oportunidad para acabar con un conflicto que ha puesto las relaciones entre Rusia y Occidente en su peor momento desde la Guerra Fría y provocado sanciones que están dañando las economías de Europa y Rusia.
En Donetsk, el principal fuerte separatista, cerca de un centenar de personas que fueron presentadas públicamente como prisioneros ucranianos de guerra desfilaron por la céntrica plaza de Lenin.
Su aspecto era sucio y desaliñado, e inclinaban las cabezas al pasar. Algunos tenían los brazos y las cabezas vendadas. Iban escoltados por combatientes rebeldes con armas con las bayonetas caladas.
La multitud que se acercaba a ver el desfile les gritaba "¡fascistas!" y "¡asesinos!", y algunos les arrojaron botellas. Dos vehículos de limpieza urbana seguían a la columna regando las calles en un gesto teatral que indicaba que los hombres estaban sucios.
Este mismo domingo, proyectiles de artillería habían llovido sobre el centro de Donetsk, impactando en los terrenos de uno de los mayores hospitales de la ciudad. Autoridades de Kiev desmintieron que tuviesen objetivos civiles.
Cuando el sonido de la artillería se apagó, los habitantes de Donetsk caminaron hasta la Plaza de Lenin para contemplar los equipos de los militares capturados.
Combatientes rebeldes armados con fusiles Kalashnikov se acercaban al evento mirando nerviosamente a la distancia en la que sonaba el fuego de artillería.
"Este no es el día de la independencia, esto es una plaga para nuestra tierra, los fascistas que han tomado el control de Kiev son los que ahora están disparando contra hospitales y tanatorios", dijo Grigory, pensionista de 71 años que dejó la ciudad cercana de Torez durante los combates.
Según Naciones Unidas, más de 2.000 personas han muerto desde que comenzó el conflicto en abril en el este de Ucrania, mayoritariamente rusoparlante, desde la anexión de Crimea.
El número de muertos se ha incrementado con fuerza en las últimas semanas con la ofensiva de las fuerzas ucranianas.