BERLÍN (Reuters) - Alemania ofrecerá incentivos a los compradores de coches eléctricos por valor de unos 1.000 millones de euros. (1.130 millones de dólares) con el fin de reavivar el interés de los consumidores en los vehículos con batería y en un esfuerzo de cumplir el objetivo de que un millón de ellos circulen por las carreteras germanas al final de esta década.
Los incentivos, que serán compartidos a partes iguales por gobiernos y fabricantes de coches, podrían traducirse en unas ventas de 400.000 coches eléctricos en los próximos años, mientras los compradores se beneficiarán de los incentivos por orden de llegada, dijo el miércoles el ministro de Transporte, Alexander Dobrindt.
Según estos planes, acordados con anterioridad el miércoles entre ministros del Gobierno y representantes de Volkswagen (DE:VOWG_p), Daimler (DE:DAIGn) y BMW (DE:BMWG), los compradores de coches eléctricos recibirán una subvención de 4.000 euros mientras que los compradores de coches híbridos enchufables recibirán un incentivo de 3.000 euros.
"Con esto creemos que seremos capaces de dar un empujón para mover rápidamente el número de (ventas de) coches a un nivel considerable", dijo el ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, añadiendo que los coches con precio superior a los 60.000 euros no entrarían en el programa.
Este programa incluye una partida de gasto de 300 millones de euros en estaciones de carga y podría comenzar tan pronto como en mayo, dijo Schaeuble, añadiendo que el gobierno estaba estudiando nuevas medidas como incentivos fiscales para hacer que los coches eléctricos resultasen incluso más atractivos.
Ejecutivos de la industria automovilística han pedido repetidamente a Alemania que introduzca incentivos al coche eléctrico si quiere retener su liderazgo en el sector. Únicamente unos 50.000 vehículos alimentados por batería e híbridos circulan actualmente por las carreteras de Europa, el mayor mercado automovilístico.
Aunque el escándalo de las emisiones de Volkswagen ha ayudado a exponer los inconvenientes de la fuerte dependencia europea de los vehículos diésel, países como Noruega y Holanda se han convertido en un modelo sobre cómo conseguir que los consumidores abracen los vehículos eléctricos a pesar de que son todavía caros y tienen una autonomía limitada.
"En países en los que el gobierno está dando un ímpulso, la movilidad eléctrica crece más deprisa", dijo Matthias Wissmann, responsible de la patronal sectorial alemana VDA.