Por Jorge A. Otaola
BUENOS AIRES (Reuters) - El Gobierno argentino acusó el viernes de imperialista al juez estadounidense que declaró ilegal su plan de trasladar a Buenos Aires los pagos de su deuda restructurada para evitar una orden judicial que lo hizo caer en una suspensión de pagos.
El jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, dijo que las expresiones del juez de distrito en Nueva York Thomas Griesa constituyen una violación a la soberanía del país.
"Merece un repudio de carácter colectivo", dijo Capitanich a periodistas.
"Desafortunada, incorrecta expresión, y hasta también diría imperial expresión del juez Griesa", enfatizó.
Griesa prohibió a Argentina cancelar 539 millones de dólares en intereses de un bono Discount, obligándola a incurrir en un nuevo default.
El juez exige que Argentina compense con 1.330 millones de dólares más intereses a los fondos de cobertura que obtuvieron una sentencia judicial favorable para recuperar el valor total de los títulos que el país dejó de pagar hace más de una década.
Intentando destrabar la situación, la presidenta envió al Congreso un proyecto de ley para que los bonos que Argentina solía pagar a través de un banco en Nueva York sea honrados en Buenos Aires.
Pero Griesa dijo el jueves en una audiencia que eso sería "ilegal".
El juez evitó sin embargo declarar a Argentina en desacato, como había reclamado NML, uno de los fondos que lideran la puja judicial contra el país.
Elliott Management, la matriz de NML y principal acreedor no reestructurado, prepara citaciones a bancos internacionales para tratar de confiscar lo que sospecha son fondos argentinos provenientes de malversación, dijo una fuente del fondo de cobertura a IFR, un servicio de Thomson Reuters.
El Gobierno de la presidenta Cristina Fernández se ha mostrado reacio a negociar directamente con los acreedores "holdouts" -a los que califica como "buitres"- y con los que no llegó a un acuerdo, pese a la insistencia del juez para que conversaran antes y después de la suspensión de pagos.
Los comentarios de Griesa del jueves también irritaron al Ministerio de Economía, que criticó el "desprecio" del magistrado estadounidense por la soberanía argentina.
Se espera que el Congreso apruebe el proyecto antes de fines de septiembre, cuando Argentina debe pagar intereses semestrales de su bono PAR.
Mientras tanto, los mercados siguieron reacomodándose ya que los fondos de inversión buscan coberturas ante lo que prevén que será un prolongado proceso judicial. Y eso está empujando al castigado peso argentino a mínimos históricos.
La bolsa de Buenos Aires subió un 1,75 por ciento a un nivel récord en moneda local, para ganar un 5,78 por ciento en la semana. Los bonos profundizaron sus pérdidas con un promedio de un 0,7 por ciento, cerrando con un retroceso de un 1,0 por ciento en los últimos cuatro días.
El peso mayorista cayó un 0,12 por ciento hasta un récord de 8,405 por dólar, para ceder un 1,46 por ciento en la semana, su mayor pérdida en el período desde enero.
Operadores dijeron que el peso en la plaza informal se mantuvo equilibrado a 13,93 por dólar, muy próximo al piso histórico anotado el jueves.