París, 14 feb (EFE).- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, no prolongará su mandato más allá del próximo octubre, según asegura en una entrevista al diario económico "Les Echos", divulgada hoy en su página web.
Trichet recordó tener "un mandato claro y limitado en el tiempo", que concluye en octubre, que la cuestión de prolongarlo "no se plantea" y que son los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro quienes nombran al presidente del BCE.
Consideró, asimismo, que "trimestre tras trimestre", la economía real ha reservado a la zona euro "más bien buenas sorpresas", como el retorno al crecimiento observado en el tercer trimestre de 2009 y un comportamiento "mejor que el previsto".
Lo que confirman "los últimos indicadores registrados desde finales de 2010" y que, recalcó, no sólo conciernen a Alemania, sino al conjunto de la zona euro.
Respecto a los precios, subrayó que el BCE no tiene ninguna flexibilidad para con los riesgos de inflación, y celebró el aumento medio de 1,97% por año en los últimos doce primeros años de moneda única, totalmente dentro del objetivo de que rondase el 2 %, sin superarlo.
Preguntado por las medidas poco convencionales adoptadas ante la crisis dijo haber intentado con ellas "restaurar la eficacia de la transmisión de la política monetaria a la economía en el contexto del mal funcionamiento de ciertos mercados"
Queda aún, recordó, "un pequeño número de bancos todavía demasiado dependientes del BCE" y es importante que no sean incitados a recurrir al Banco Central antes que a los mercados.
"Por eso el Consejo de los Gobernadores insiste en que refuercen su capital y utilicen todas las facilidades que les ofrecen los Estados", añadió.
Trichet explicó, asimismo, preferir que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FESF) compre obligaciones estatales en lugar de la BCE, porque "ciertos gobiernos se comportaron de manera anormal" y porque todos los países juntos no ejercieron la vigilancia colectiva como hubieran debido.
Razones por las que ahora se observan "anomalías en el comportamiento de ciertos mercados", consideró Trichet, quien se dijo, no obstante, convencido de que el euro es "una moneda que inspira confianza" y que su credibilidad se mantendrá durante los próximos diez años. EFE