Nueva York, 28 jul (EFE).- El mediador judicial Daniel Pollack confirmó hoy que la delegación argentina para la negociación del pago de la deuda a los fondos especulativos se reunirá con él mañana a las 11.00 hora local (15.00 GMT) y que ha vuelto a rechazar la posibilidad de un encuentro cara a cara con los litigantes.
El mediador nombrado por el juez estadounidense Thomas Griesa para llegar a un acuerdo de pago entre el Gobierno de Argentina y los fondos demandantes, a los que el país suramericano denomina como "buitres", recibió hoy una llamada de Buenos Aires diciendo que la delegación que estuvo en Nueva York el pasado jueves y el viernes volverá a su despacho en Nueva York mañana.
"He vuelto a urgir a unas conversaciones directas cara a cara con los tenedores de bonos, pero eso no va a pasar mañana", dijo Pollack en un comunicado.
Esta reunión tendrá lugar un día antes de que expire el plazo de gracia del que dispone Argentina para pagar a los acreedores que se acogieron al canje de deuda de 2005 y 2010, y a quienes giró parte del dinero el pasado 26 de junio, suma que quedó congelada por orden del juez Griesa.
Pollack, minutos antes de recibir la llamada del Gobierno del país suramericano, había asegurado en otro comunicado que el calendario de reuniones dependía de la disponibilidad de Argentina, asegurando que no había tenido noticias de ellos desde la reunión del viernes.
"No he tenido noticias de ellos desde entonces. Yo les dejé perfectamente claro que estoy disponible para la República (Argentina) en cualquier momento, tanto en persona como por teléfono, en vista de la gravedad de la situación y del poco tiempo que queda para llegar a una solución sin caer en el cese de pagos", decía.
El fallo de Griesa en el litigio con este 1 % de los acreedores (liderados por los fondos especulativos NML y Aurelius) obliga a Argentina a pagar el 100 % de la deuda adquirida con los demandantes antes del cese de pagos de 2001, cantidad que asciende a 1.500 millones de dólares, incluyendo intereses.
El juez Griesa estableció como condición para este pago una cláusula de pago simultáneo o "pari passu" que no permite a Argentina saldar su deuda con los acreedores con quitas sin antes saldar la deuda con los fondos especulativos.
Con el fin de no caer en desacato a la autoridad federal, Griesa congeló el giro a estos acreedores (de 1.031 millones de dólares) y recomendó a los bancos no efectuar el pago, lo que según el Gobierno argentino hace que no se pueda hablar de cese de pagos o "default".
"Argentina no va a estar en 'default' por una razón muy sencilla, esencial, elemental: en 'default' entran los que no pagan y Argentina pagó", afirmó el pasado miércoles en un acto la presidenta Cristina Fernández.