Por Inmaculada Sanz
SAN FERNANDO DE HENARES (Madrid) (Reuters) - El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, negó el miércoles tener conocimiento de que el Partido Popular se financiara de forma irregular a través de la trama de corrupción Gürtel, un caso que ha llevado a su histórica comparecencia ante la Justicia.
Tras rechazarse su petición de declarar por videoconferencia, Rajoy acudió a una Audiencia Nacional fortificada para dar su versión como testigo en un juicio sobre uno de los principales casos de corrupción destapados en el país.
"Absolutamente ninguno", respondió Rajoy a la pregunta de si tuvo conocimiento de pagos irregulares a la formación política.
Sentado en un estrado por deferencia con el jefe del Ejecutivo, durante casi dos horas Rajoy respondió con tono firme y en ocasiones sarcástico a las preguntas sobre los primeros años (1999-2005) de una trama que ha derivado en una investigación de las cuentas del PP.
Presidente del Partido Popular desde 2004, el mandatario negó que recibiera sobresueldos del extesorero de la formación Luis Bárcenas, acusado en este caso y que habría apuntado presuntos pagos en B a miembros de la cúpula del partido conservador, Rajoy incluido.
"Son absolutamente falsos. Cobrábamos un sueldo de diputado y bastantes personas tenían un complemento que abonaba el partido y se declaraba a Hacienda. Cuando entramos en el gobierno, dejamos de cobrar ese complemento", dijo el presidente, a cuya declaración acudió sólo uno de los 37 acusados en el juicio.
Pese al daño a la imagen política de Rajoy, presidente del Gobierno desde 2011, desde el partido no creen que la mediática declaración provoque más desgaste del ya sufrido por la corrupción, que contribuyó a la pérdida de la mayoría absoluta de la anterior legislatura y a una nueva caída en los sondeos electorales.
"JAMÁS ME HE OCUPADO DE ASUNTOS ECONÓMICOS"
Las pesquisas se iniciaron hace diez años a raíz de una denuncia sobre los ayuntamientos madrileños de Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, gobernados por el PP y a los que el cerebro de la trama, Francisco Correa, aseguró que pagó en 2003 comisiones a cambio de adjudicaciones de contratos públicos.
Dadas las acusaciones de corrupción en estos consistorios, el PP fue acusado en calidad de responsable civil subsidiario a título lucrativo por beneficiarse de las cantidades percibidas por sus alcaldes, hoy sentados en el banquillo.
Limitando su responsabilidad al ámbito puramente político -"jamás me he ocupado de asuntos económicos en el partido", declaró-, Rajoy dijo no haber escuchado nunca nada sobre presuntos pagos de empresas de cara a favorecer determinados contratos.
Encargado de las campañas electorales del PP entre 1994 y 2000 -para las que las empresas de Correa preparaban actos-, Rajoy reiteró que el PP se desvinculó del empresario cuando en 2004 él asumió la dirección del Partido Popular.
"No conozco al señor Correa (...) el tesorero me dijo que no le gustaba la actitud de algunos proveedores porque iban usando el nombre del partido en algunos municipios de Madrid. Le dije que dejara de trabajar con ellos", dijo Rajoy ante el tribunal, situado en una zona industrial rodeada de amplias medidas de seguridad en la localidad de San Fernando de Henares.
PETICIONES DE DIMISIÓN DEL PSOE
El político gallego titubeó únicamente cuando fue preguntado por los polémicos mensajes de texto telefónico que envió a Bárcenas en 2012, año en que empezaron a conocerse detalles del patrimonio millonario del que fuera tesorero del PP hasta 2010.
"Le dije que íbamos hacer lo que pudiéramos, luego no hice nada", indicó sobre qué significaba el SMS "Luis, sé fuerte. Hacemos lo que podemos" al exsenador, que afronta una petición de cárcel de 42 años.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, calificó de "vergüenza" la declaración de Rajoy y dijo que iba a plantear al PSOE una comparecencia extraordinaria del presidente en el Congreso. Por su parte, el líder socialista, Pedro Sánchez, pidió la dimisión del jefe del Ejecutivo.
"Las tramas de corrupción que afectan al partido del Gobierno, y que explican el que su máximo responsable, el señor Rajoy, esté hoy sentado declarando ante el juez, suponen una mancha en la proyección internacional y el prestigio de nuestro país", dijo Sánchez, cuyo partido no ha descartado una próxima moción de censura.