Madrid, 21 oct (.).- La inversión de las administraciones públicas en la formación de desempleados cayó un 30 % entre 2007 y 2013 hasta situarse en 1.153 millones de euros, mientras que las empresas duplicaron gastos hasta un máximo de 7.320 millones en 2013.
Según un informe de la Fundación BBVA (MC:BBVA), frente a la reducción de gasto público en formación ocupacional, las empresas ven cada vez más la formación continua como un recurso para mejorar la competitividad, como demuestra el aumento de la cantidad que invierten en formar a sus trabajadores.
En 2007, la inversión en formación ocupacional por parte de las administraciones públicas ascendía a 1.651 millones de euro. A partir de esa fecha, el presupuesto fue cayendo hasta situarse en 1.153 millones en 2013, un 30 % menos pese a que la cifra de desempleados se había más que triplicado.
Según el estudio, esto supuso que en lugar de invertir 895 euros en formación por desempleado, se pasó a 190 euros, menos de la cuarta parte.
La Fundación BBVA también ha observado que la intensidad con la que ocupados y parados realiza formación continua varía en función del nivel educativo.
El 30 % de los desempleados con estudios universitarios realiza estudios de formación, 10,5 puntos más que los universitarios ocupados.
En el otro extremo se sitúan los desempleados que han alcanzado como máximo un nivel de estudios. De ellos, sólo el 8,7 % emprendió algún curso para mejorar o actualizar sus conocimientos.
Respecto a otros países europeos, el porcentaje de personas que realizan formación continua no es siempre mayor entre los parados que entre los ocupados, como sucede en España.
La situación es similar a la española en países con altas tasas de paro como Grecia y Portugal.
Por contra, destacan por la atención a la formación continua de parados ocupados países como Luxemburgo, Suecia, Austria o Países Bajos, y que coinciden en tasas de paro por debajo de la media europea.