La inflación de Turquía en diciembre se situó en el 1,03%, por debajo de la estimación de consenso del 1,6% y del pronóstico del 1,5% de BofA. Esta moderación se atribuyó principalmente a una disminución en los precios de los alimentos no procesados, especialmente frutas y verduras frescas, que experimentaron una caída del 1,7% mensual tras los importantes aumentos de los dos meses anteriores.
Adicionalmente, la inflación de alimentos se desaceleró al 1,3% desde el 5,1%, mientras que la inflación de servicios descendió al 1,1% desde el 1,6%. El índice B básico, que excluye los elementos volátiles, también mostró una ralentización de la inflación mensual, pasando del 1,5% al 1,2%.
Los economistas de BofA señalaron que, en términos desestacionalizados, la inflación general en Turquía se moderó a un promedio del 2,4% en el cuarto trimestre, frente al 3% del tercer trimestre, mientras que el índice B se redujo del 2,6% al 2,4%.
El informe indicó que el reciente incremento del salario mínimo, que se situó en el extremo inferior de las expectativas, plantea un riesgo alcista limitado para el pronóstico de inflación del 25% de BofA. La entidad también sugirió que si los cambios de precios administrativos se alinean con la inflación esperada, en lugar de indexarse retroactivamente, la inflación podría ser incluso menor.
En cuanto a la política monetaria, BofA consideró que el Banco Central de la República de Turquía (CBRT) debería continuar su política de flexibilización monetaria con nuevos recortes de tasas. El CBRT ya había reducido su tasa de política en 250 puntos básicos en diciembre, en línea con las previsiones de BofA.
A pesar de la ausencia de un ciclo predeterminado y la reducción de reuniones programadas para el año, BofA ahora prevé otra reducción de 250 puntos básicos en enero. Esta predicción se basa en el hecho de que no habrá reunión del CBRT en febrero. BofA mantiene su proyección de que la tasa de política caerá al 30% a finales de año mediante siete recortes en incrementos de 250 puntos básicos.
Los analistas del banco creen que los ahorros en liras turcas (TRY) seguirán siendo atractivos durante todo el año, siempre que se mantengan las tasas de interés reales positivas. Anticipan que la TRY se apreciará en términos reales, aunque advierten que el potencial de apreciación está disminuyendo a medida que la inflación se reduce.
Como resultado, BofA ha revisado su pronóstico de fin de año para el tipo de cambio USD/TRY, situándolo en 41 frente a la estimación anterior de 44.
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