Investing.com.- Las agendas políticas y económicas europeas vienen cargadas este 2017. Así, tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, los inversores deberán fijar su vista en los numerosos acontecimientos que tendrán lugar en el Viejo Continente, entre los que destacarán las elecciones de países como Francia, Holanda o Alemania, o el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, que dará comienzo el próximo mes de marzo.
El calendario se estrenará en marzo, con el inicio del proceso de desvinculación de Reino Unido del resto de socios europeos. Para ello, el Parlamento británico deberá votar para activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, algo que se calcula sucederá a lo largo del primer trimestre del año. Michel Barnier, encargado de liderar las negociaciones por parte de la Comisión Europea, ha afirmado que no tiene intención de demorar el proceso, expresando su deseo de terminarlo en un plazo máximo de 18 meses.
También en el primer trimestre se celebrarán elecciones parlamentarias en Holanda (15 de marzo), mientras que en abril tendrá lugar la primera vuelta de las elecciones presidenciales y generales de Francia, cuya segunda ronda se ha previsto para el 7 de mayo. Las elecciones generales en Alemania llegarán a finales de septiembre, y no se descarta que puedan acudir a las urnas italianos y griegos (elecciones generales), lo que dependerá de la evolución de la ley electoral y la recapitalización bancaria, en el primer caso; y de la revisión del programa de rescate y sus desavenencias con los acreedores, en el segundo. Dos países, además, para los que peligra su permanencia en la zona euro.
Los bancos y el BCE, a examen
Los problemas del sector bancario europeo fueron una constante en 2016, especialmente en la segunda mitad del año, y no parece que la tónica haya menguado. Lejos de ser así, algunos medios ya han vaticinado que seguiremos siendo testigos de este tipo de problemas, y se aventuran a mencionar nombres como el del español Banco Popular (MC:POP).
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) podría extender hasta diciembre el programa de relajación cuantitativa que debería finalizar en marzo, aunque sin descartarse que se pueda reducir su ritmo todavía más.