Y es que si algo ha dejado claro la reciente volatilidad en los mercados financieros mundiales, a juicio de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, es la rapidez con la que los riesgos pueden extenderse de una economía a otra.
Las Bolsas de todo el mundo y las divisas de muchos mercados emergentes han experimentado fuertes sacudidas desde que China decidió el mes pasado devaluar la suya, el yuan.
Lagarde ha señalado que la economía mundial se encuentra piedras en el camino, como el reajuste en China, la ralentización del crecimiento de Japón, la caída de los precios de las materias primas y la incertidumbre sobre una subida de tipos en Estados Unidos.