Viena, 13 ene (.).- El ultraderechista FPÖ y el conservador ÖVP anunciaron este lunes un acuerdo preliminar para recortar 6.300 millones de euros de gasto público en Austria con el fin de evitar un procedimiento de déficit excesivo por parte de la Comisión Europea.
El líder del FPÖ, Herbert Kickl, subrayó en una rueda de prensa que el acuerdo para sanear el presupuesto se logró en solo tres días -las negociaciones de coalición comenzaron la semana pasada- y sin incluir nuevos impuestos, sino medidas como acabar con "subvenciones excesivas", gastos ministeriales y medidas contra la evasión fiscal.
Ambos partidos no detallaron las medidas concretas de ahorro, alegando que se harán públicas una vez que reciban el visto bueno de la Comisión Europea.
"Hemos elaborado juntos un paquete de 6.300 millones de euros que debería evitar que Austria afronte un procedimiento de déficit excesivo (PDE), sin nuevos impuestos: ni sobre herencias, ni sobre donaciones, ni impuestos sobre el patrimonio, acompañado de medidas contra la evasión fiscal y los privilegios, especialmente de grandes actores", declaró Kickl.
Además, el líder ultra aseguró que estos recortes tienen en cuenta la estabilidad del mercado laboral y la situación económica, con el objetivo de reducir la carga de intereses de la deuda y evitar que Austria sea "dirigida desde Bruselas".
El líder del FPÖ y posible futuro jefe de Gobierno enfatizó que las prioridades de su partido, como la reducción de la burocracia, el apoyo a las familias y una política migratoria restrictiva, seguirán siendo pilares fundamentales en las negociaciones de una futura coalición, pero describió la situación fiscal actual como una "avalancha de deudas" ante la que se requiere medidas urgentes.
Por su parte, el líder interino del ÖVP, Christian Stocker, valoró de forma muy positiva la rapidez con la que se alcanzó el acuerdo.
Las normas presupuestarias de la Unión Europea (UE) exigen que los países miembros mantengan su déficit por debajo del 3 % del PIB.
Austria, sin medidas de ahorro, incumpliría ese límite con un déficit proyectado por la Comisión Europea del 3,7 % en 2025 y del 3,5 % en 2026.
Ante esta situación, la Comisión podría abrir un procedimiento por déficit excesivo si Austria no presenta un plan convincente para sanear su presupuesto.
Los desacuerdos sobre cómo afrontar ese déficit, producido durante el Gobierno entre los conservadores del ÖVP y ecologistas, fue el principal motivo de que fracasasen las negociaciones de coalición entre democristianos, socialdemócratas y liberales para dejar fuera del poder al FPÖ, que ganó las elecciones de finales de septiembre con el 28,8 % de los votos.
Ese fracaso llevó a la dimisión de Karl Nehammer como líder del ÖVP y como canciller interino, dado que prometió que no pactaría con el FPÖ bajo la dirección de Kickl, a quien definió como "un peligro para la seguridad de Austria", por sus posiciones prorrusas y euroescépticas.
Después de la dimisión de Nehammer y de que el FPÖ recibiera el encargo de formar gobierno, la dirección interina del ÖVP aceptó iniciar las negociaciones para lograr una coalición de Gobierno en Austria.
En caso de que esas negociaciones fructifiquen, sería el primer Gobierno dirigido por el ultraderechista FPÖ en la historia democrática de Austria.