Lisboa, 22 sep (.).- El primer ministro luso, António Costa, insistió en que Portugal cerrará el año con un déficit inferior al 2,5 % del PIB, como exige Bruselas, a pesar de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó hoy mismo de que no lo conseguirá sin aplicar medidas adicionales.
"Confiamos en que (el déficit) sea inferior al 2,5 %. Prometimos una alternativa que respetase nuestro programa, las posiciones de la mayoría que apoya al Gobierno y los compromisos internacionales de nuestro país, y eso estamos haciendo", defendió hoy durante su intervención en el debate quincenal en el Parlamento.
El jefe del Gobierno luso contestó así los avisos recogidos en un informe publicado por el FMI, en el que se prevé que el déficit acabe este año en el 3 % y alerta de que sin medidas adicionales de ajuste no se cumplirá la meta del 2,5 %.
Costa recordó que su Gobierno decidió "devolver los rendimientos a las familias" y "aumentar el salario mínimo" y destacó que el indicador del clima económico -que mide la confianza de los empresarios en el país- "mejoró".
En el mismo debate, el líder de la oposición conservadora, Pedro Passos Coelho, le respondió recordándole que la economía no está creciendo al ritmo previsto por el Gobierno y acusándole de "ver las cosas diferentes a como son".
"Al contrario de aquello que dice, está retratando la realidad como si fuera otra y es peligroso tener gobernantes a los que les gusta ver las cosas diferentes a como son, eso se paga caro y nosotros ya pagamos muy caro por eso durante unos años", dijo.
En ese sentido, señaló que la actitud de Costa le recuerda a la del ex primer ministro socialista, José Sócrates, en los meses previos al rescate.
"Recuerdo que lo que su colega decía en 2010 se parece mucho a lo que usted dice, poco después ya estaba proponiendo el aumento de los impuestos como ustedes hacen ahora, recortes en la inversión pública y en las prestaciones sociales. Y el Gobierno siguiente que limpie la casa", defendió el dirigente conservador.
El Gobierno que lideraba José Sócrates acabó pidiendo el rescate financiero en 2011 y convocó elecciones anticipadas, que ganó el socialdemócrata PSD y dieron paso a un Ejecutivo liderado por Passos Coelho.