París, 13 dic (EFE).- Lakshmi Mittal, propietario del líder mundial de la siderurgia que lleva su nombre, se sorprendió por la amenaza de nacionalización que lanzó el Gobierno francés, al tiempo que aseguró que respetará todos los compromisos que suscribió después con el Ejecutivo.
"Hemos asumido varios compromisos incondicionales", señaló Mittal en una entrevista que publica hoy Le Figaro, en la que señaló que el primero de ellos es no despedir a los 629 empleados de los altos hornos de Florange (noreste), que se encuentran inactivos.
El presidente de ArcelorMittal también confirmó en el acuerdo suscrito con el Ejecutivo a finales de noviembre una inversión de 180 millones de euros en el complejo de Florange, donde se garantiza el mantenimiento de la actividad de embalajes durante al menos cinco años y la voluntad de continuar allí con el laminado en frío.
Añadió que su grupo mantiene abierto el proyecto Ulcos para producir acero con menos impacto medioambiental, pero puntualizó que por ahora "desgraciadamente no está listo desde el punto de vista tecnológico" y de momento "no se puede lanzar si no se tiene garantía de éxito".
Agregó que ha presupuestado 13 millones de euros para la investigación, pero que "es demasiado pronto para decir qué harán nuestros socios".
Respecto a la amenaza de nacionalizar Florange, lanzado durante las negociaciones por el ministro francés de la Reconstrucción Productiva, Arnaud Montebourg, Mittal dijo que no sólo le sorprendió a él, sino "al mundo entero".
"Si hoy un país como Francia, la quinta economía del mundo, habla de nacionalización, ¡qué paso atrás! Este tipo de amenazas hacen que un inversor tal vez se lo piense dos veces antes de invertir en Francia", argumentó.
En la misma línea, contó que le chocó que Montebourg dijera que no querían a Mittal en Francia: "Nunca hubiera esperado esas declaraciones tan irracionales de un ministro", y recordó que ArcelorMittal tiene 20.000 empleados en Francia, donde produce el 35 % de su acero de Europa.
La entrevista de Mittal se publica el mismo día en el que se celebra en París una reunión con el comité de empresa de la compañía en Francia para dar detalles del acuerdo firmado con el Gobierno.
Los sindicatos de Florange, que habían visto como una esperanza la nacionalización presentada por Montebourg, manifestaron su desconfianza hacia el empresario indio y denunciaron incumplimientos en el pasado.
"El modo de gestión de la familia Mittal es un triple salto atrás" por su comportamiento "feudal", declaró Edouard Martin, delegado de la Confederación Francesa de Trabajadores (CDFT) en Florange, que reprochó los comentarios al empresario sobre la nacionalización: "No es quién para darnos lecciones de democracia".
Martin rebatió, en declaraciones a la cadena de televisión "BFM TV, las alegaciones del propietario de la multinacional mundial del acero en el sentido de que los altos hornos de Florange no son rentables y que su cierre estaba justificado.
Citando un documento interno de la empresa que él mismo hizo público ayer, el sindicalista de la CFDT aseguró que esa factoría es una de las más eficientes económicamente de ArcelorMittal. EFE