Madrid, 14 ene (EFE).- Deutsche Bank cree que la economía española crecerá el 1,9 % en 2015 y el 1,8 % en 2016, impulsada por el tirón de la demanda interna tras el descenso del desempleo y la estabilización de los precios inmobiliarios.
Así lo ha explicado hoy en rueda de prensa la economista jefe del Centro de Inversiones de Deutsche Bank, Rosa Duce, que ha presentado las perspectivas macroeconómicas y la estrategia de inversión de la entidad para 2015.
Para esta experta, este será el año en que "la economía mundial superará definitivamente la crisis financiera, gracias a la fortaleza de la economía de Estados Unidos y a menores divergencias en el crecimiento de los países europeos".
Según las previsiones de la entidad, la economía mundial crecerá el 3,6 % este año y el 3,7 % en 2016, aunque todavía se observa debilidad en Europa.
La caída del precio del crudo supone "un impulso adicional al crecimiento", que seguirá liderando Estados Unidos, pero los bajos precios del petróleo "reducen los niveles de inflación y complican la actuación de los bancos centrales".
Las presiones salariales llevará al banco central estadounidense, la Fed, a subir tipos a mitad de año, en tanto que en Europa, el BCE decidirá, previsiblemente a finales del primer trimestre, comenzar una política de compra de bonos públicos.
El crecimiento será menor en Europa, según Deutsche Bank, que prevé que la economía del área mejorará apenas un 0,8 % en 2015 por la desaceleración del crecimiento alemán y por las dificultades en Francia e Italia.
Posteriormente, la rebaja en los costes energéticos derivada de los mayores precios del crudo y la actuación decidida del BCE permitirán acelerar el crecimiento.
Los países periféricos, como España, "empiezan a dar signos claros de recuperación tras haber puesto en marcha importantes reformas estructurales dentro de sus fronteras", dice Duce.
Los analistas de Deutsche Bank consideran dos riesgos que pueden afectar a corto plazo a la consolidación del crecimiento en Europa: las elecciones en Grecia y la influencia del petróleo en Rusia, "ya que pueden provocar momentos de volatilidad en la Eurozona", explica Duce.