Bruselas, 29 jun (EFE).- Los líderes de los países del euro acordaron hoy profundizar en su integración económica, sobre todo con una unión bancaria y fiscal, para hacer del euro un proyecto irreversible, anunció el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Los diecisiete países del euro acordaron lanzar el proceso para una mayor integración económica y monetaria a través de cuatro bloques: una unión bancaria, una unión fiscal, un marco de política económica común y fortalecer la legitimidad democrática.
"El objetivo es hacer del euro un proyecto irreversible", afirmó Van Rompuy en una rueda de prensa tras el final de una reunión especial de los dirigentes de los dirigentes de la moneda única.
A partir del acuerdo de hoy, el Consejo de la UE, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo comenzarán a elaborar un programa y presentarán para la cumbre de octubre próximo un primer informe con una hoja de ruta y un calendario concreto.
La zona euro quiere crear una nueva arquitectura europea basada en una unión bancaria, fiscal y política, con más solidaridad a cambio de menos soberanía, un supervisor bancario europeo, un Tesoro del euro, eurobonos, vetos a presupuestos nacionales y límites a la emisión de deuda de los países.
Van Rompuy consideró "extremadamente importante que se haya acordado una visión clara de lo que hay que hacer", y dijo que trabajará estrechamente con los Estados miembros y las instituciones comunitarias durante el proceso.
Según el informe que Van Rompuy y los presidentes de la CE y del BCE presentaron en esta cumbre, en la unión bancaria habrá dos elementos centrales: una supervisión bancaria europea única y un sistema común de garantías de depósitos y de resolución bancaria.
La supervisión tendría dos niveles: el europeo y el nacional, pero el primero tendría la "responsabilidad última" y, por tanto, la autoridad en materia de supervisión sobre "todos" los bancos, así como poderes para intervenir de manera preventiva, señala el informe.
Actualmente, la supervisión europea de los bancos está coordinada por la Autoridad Bancaria Europea (ABE), pero el BCE podría recibir el encargo de vigilar las entidades de la eurozona.
El sistema de garantías de depósitos también estaría supervisado a nivel europeo, al igual que el fondo europeo de resolución de bancos, cuyos recursos procederían de las propias entidades.
El bloque de la unión fiscal supondrá la cesión de más soberanía nacional, aunque es el elemento imprescindible para que Alemania acepte más solidaridad.
La unión fiscal implica que en la eurozona se tomen más decisiones en común sobre las cuentas nacionales a cambio de compartir riesgos y eso exige prevenir y corregir políticas fiscales insostenibles en cada país.
Así, la eurozona podría fijar techos anuales de gasto en los presupuestos nacionales y límites de los niveles de deuda, de forma que un país que quiera emitir más deuda de la acordada conjuntamente tendría que justificar su decisión y recibir autorización previa de los demás socios.
Después, se podría explorar "a medio plazo" la emisión de deuda común, de manera que solo se introducirían los eurobonos cuando haya "un robusto marco de disciplina presupuestaria" para evitar el riesgo moral, tal y como exige Alemania, según el informe presentado a la cumbre.
El proceso hacia la emisión de deuda común sería gradual y se haría por fases, de manera que el progreso en las decisiones sobre presupuestos vaya acompañado por los correspondientes pasos para compartir riesgos. EFE