Atenas, 21 ago (EFE).- La dimisión del primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha provocado una cierta preocupación en la Bolsa de Atenas, ya que la caída del Gobierno puede suponer un retraso en la aplicación de las medidas pactadas en el tercer rescate, aunque no ha desatado el pánico en los mercados.
El parqué ateniense cerró hoy con una caída del 2,49 % y su índice general se situó en los 635,31 puntos, mientras el volumen de negocios alcanzó los 29,37 millones de euros.
El descenso supera el dos por ciento, pero está lejos de desplomes como el que sufrió el pasado tres de agosto en su reapertura tras cinco semanas de cierre por el control de capitales.
Ese día la sesión concluyó con una pérdida de más del 16 % y un índice general en los 668,06 puntos.
En cuanto a la evolución de la deuda del país, el bono de referencia griego a largo plazo aumentaba su rendimiento durante la jornada del 9,56 al 9,98 % poco antes del cierre del mercado de deuda.
Esta subida del 4,5 %, es la mayor que experimenta la rentabilidad de la deuda helena desde el pasado 14 de julio, un día después del acuerdo de los líderes de la eurozona, cuando pasó del 12 al 12,5 % .
"No creo que la campaña electoral tenga consecuencias importantes en la economía griega", afirmó a Efe el profesor de Economía de la Universidad de Atenas, Panayotis Petrakis.
Según la estimación de Petrakis "es difícil que la economía vaya peor que ahora, en medio de controles de capital".
"La única consecuencia es que tardará en llegar la estabilización de la economía hasta la formación de un nuevo Ejecutivo tras las elecciones, del que todos esperan que esté más dispuesto a aplicar el tercer rescate que el anterior", recalcó Petrakis.
El economista no excluye, sin embargo, que la convocatoria de comicios adelantados "provoque algunos problemas en el turismo, precisamente a las pequeñas empresas del sector".
La agencia de calificación de deuda Fitch destacó que la convocatoria de elecciones anticipadas "retrasará el trabajo técnico y las decisiones políticas necesarias para completar la evaluación (de la aplicación del programa) prevista para el mes de octubre".
En un comunicado, Fitch recalcó que la interrupción del trabajo legislativo a causa de la cita electoral "puede fortalecer el miedo de algunos acreedores sobre la capacidad de Grecia de aplicar los requisitos del programa", una preocupación que comparte la agencia de calificación Moody's.
La mayoría de los partidos de la oposición se ha pronunciado en contra de la celebración de elecciones anticipadas y ha acusado a Tsipras de haberlas provocado porque no podía resolver el problema de la disidencia interna de su partido, Syriza, tras la aprobación del tercer programa de rescate de Grecia.
El líder de la principal formación de la oposición, el conservador Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis, afirmó, tras haber recibido el mandato de formar Gobierno, que intentará constituir un Ejecutivo que tenga un primer ministro procedente de Syriza y cuente con el apoyo de otros partidos.
La nueva cita electoral, la segunda que celebrará Grecia en menos de un año, contará con un nuevo actor político, el partido izquierdista Unidad Popular, creado hoy por 25 diputados disidentes de Syriza.
Unidad Popular se ha convertido en la tercera fuerza política del país y por tanto obtendrá en tercer lugar el mandato para formar Gobierno
Esta formación, liderada por el exministro de Energía, Panayotis Lafazanis, apuesta por no implementar las medidas de ajuste comprometidas en el tercer rescate y, si es necesario, defiende incluso la salida de la eurozona y la vuelta al dracma como moneda nacional.
Se espera que ni Meimarakis ni Lafazanis logren formar Gobierno, por lo que la fecha más probable para las elecciones sería el 20 de septiembre, y si el proceso se alargase, se celebrarían una semana después.
Tsipras anunció este jueves que dejaba su cargo tras haber logrado el tercer rescate ante la necesidad de que el pueblo griego decida en las urnas si legitima su gestión o quiere un nuevo Gobierno.