Estados Unidos regresa a 2020. Una de las primeras medidas ejecutivas de Donald Trump en su primer día de regreso a la Casa Blanca activa la retirada del pais norteamericano de la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo perteneciente a Naciones Unidas. Es la segunda vez que lo hace en menos de cinco años.
Trump también ha ordenado una revisión exhaustiva del gasto en ayuda exterior, cumpliendo con su visión política proteccionista y nacionalista. "Estábamos pagando 500 millones de dólares (482.996 millones de euros) a la OMS. Tenían muchas ganas de que nos quedásemos, así que veremos qué pasa", ha dicho Trump. "Es bastante triste: China paga 39 millones y nosotros 500, y China es un país más grande".
Se trata de una medida que muchos científicos temen que pueda hacer retroceder décadas de avances en la lucha contra enfermedades como el VIH, la malaria o la tuberculosis. Los expertos también han advertido que la retirada de la OMS podría debilitar los programas de lucha frente a hipotéticos nuevos brotes capaces de desencadenar pandemias.
La retirada también contempla la interrupción de los fondos del Gobierno estadounidense a la organización global, así como la retirada y reasignación del personal federal y los contratistas que trabajan con ella.
En julio de 2020, varios meses después de que la OMS declarara a la COVID-19 como pandemia y mientras los casos aumentaban en todo el mundo, la Administración de Trump notificó oficialmente al secretario general de la ONU, António Guterres, que Estados Unidos planeaba retirarse de la OMS y suspender su financiación a la agencia. El expresidente Joe Biden revocó la decisión de Trump en su primer día en el cargo, en enero de 2021.
La Organización Mundial de la Salud ha lamentado la decisión de Trump y ha destacado que Estados Unidos fue uno de los fundadores del ente. También ha puesto sobre la mesa la importancia de la organización como garante de la protección de la salud en el mundo.
¿Qué es la OMS y por qué es importante?
Esta agencia sanitaria especializada de la ONU tiene el mandato de coordinar la respuesta mundial a las amenazas sanitarias globales. También proporciona asistencia técnica a los países más pobres, ayuda a distribuir vacunas, suministros y tratamientos escasos y establece directrices para cientos de afecciones sanitarias, entre ellas la salud mental y el cáncer."Perder los recursos estadounidenses supone una herida mortal para la respuesta global ante las epidemias", afirma Lawrence Gostin, director del Centro Colaborador de la OMS sobre Derecho Sanitario Mundial de la Universidad de Georgetown. "Hará más probable que pudiéramos ver nuevas enfermedades fuera de control, cruzando fronteras y potencialmente desencadenando una pandemia".
EE.UU. se adhirió a la OMS mediante una resolución conjunta aprobada por ambas cámaras del Congreso en 1948, que posteriormente ha sido apoyada por todas las administraciones. La resolución exige a EE.UU. un plazo de preaviso de un año en caso de que decida abandonar este organismo.
¿Qué significa esto para la OMS?
Se trata de una situación pésima para la organización. EE.UU. ha sido históricamente uno de los mayores donantes de la OMS, proporcionando a la agencia sanitaria de la ONU cientos de millones de dólares y de empleados con conocimientos especializados en salud pública.En la última década, Estados Unidos ha aportado a la OMS entre 160 y 815 millones de dólares anuales, entre 154.666.000 y 787.806.434 euros. El presupuesto anual de la OMS es de entre 2.000 y 3.000 millones de dólares (1.933.152.190 y 2.899.283.844 de euros). La pérdida de fondos estadounidenses podría paralizar numerosas iniciativas sanitarias mundiales, como los esfuerzos para erradicar la poliomielitis, los programas de salud maternoinfantil y la investigación para identificar nuevas amenazas víricas.