Sólo el 37% de los lagos y ríos de Europa cumplen los criterios de buen estado ecológico y más de dos tercios están afectados por niveles excesivos de contaminantes químicos, advierte la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) en un informe publicado el martes.
Además, casi una cuarta parte de las aguas subterráneas, que suministran dos tercios del agua potable de Europa, no se encuentran en un buen estado químico, siendo los nitratos y los pesticidas procedentes de la agricultura los responsables de una contaminación significativa.
La AEMA concluye que Europa se enfrenta a "graves problemas de seguridad hídrica", una advertencia que llega ocho meses después de que la Comisión Europea diera carpetazo a una iniciativa de resiliencia hídrica para hacer frente al creciente estrés hídrico que, según el organismo de control medioambiental de la UE, afecta ya al 20% del territorio de la UE y al 30% de su población.
"Aunque estas estadísticas son alarmantes, ni siquiera ofrecen una imagen completa, ya que sólo se evalúan en función de una lista limitada y anticuada de contaminantes", afirma Sara Johansson, especialista en prevención de la contaminación del agua de la Oficina Europea de Medio Ambiente.
El tiempo se acaba para cumplir con los plazos establecidos
En virtud de la Directiva Marco del Agua (DMA) de la UE, los Gobiernos europeos deben garantizar, salvo algunas excepciones en circunstancias atenuantes, que todas las aguas superficiales y subterráneas alcancen un buen estado en lo que respecta tanto a la contaminación química como a la salud de los ecosistemas para 2027.El informe de este martes sigue a una evaluación igualmente nefasta de la calidad del agua que la AEMA publicó en 2019, y sugiere que se han hecho pocos progresos a pesar de la inminente fecha límite. Los grupos verdes han reaccionado redoblando un llamamiento al Ejecutivo de la UE para que garantice el cumplimiento de la legislación vigente, incluidos los nuevos requisitos de la Ley de Restauración de la Naturaleza.
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"Restaurar al menos 25.000 km de ríos para que fluyan libremente no es sólo una necesidad medioambiental, sino un compromiso con la biodiversidad y nuestro futuro", declaró Andras Krolopp, responsable de políticas de biodiversidad de The Nature Conservancy Europe, refiriéndose también a un tratado de la ONU que será objeto de una cumbre mundial a finales de este mes.
"Europa tiene un compromiso global en virtud del Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Ley de Restauración de la Naturaleza para lograr este objetivo". Además del continuo problema de la contaminación y obstrucción de las vías fluviales naturales de Europa, los organismos industriales han dado esta semana la voz de alarma sobre la enorme inversión que será necesaria para hacer frente a los impactos del cambio climático.
Una inversión de 255.000 millones de euros
Water Europe, una asociación comercial que representa a investigadores y fabricantes de tecnología de depuración y gestión del agua, publicó el lunes un estudio que sugiere que será necesario invertir 255.000 millones de euros en los próximos seis años para garantizar el cumplimiento de la legislación de la UE.El director del grupo de presión, Durk Krol, afirmó que la inversión es esencial para que la UE cumpla sus objetivos industriales y del Pacto Verde. "Nuestro objetivo con este estudio es proporcionar información práctica sobre cómo podemos garantizar la disponibilidad de agua tanto para la naturaleza como para las actividades económicas, allanando el camino hacia una sociedad inteligente del agua", dijo.
Mientras tanto, un grupo de 13 empresas, entre ellas Siemens, Suez y Veolia (EPA:VIE), emitieron una declaración conjunta en la que piden a los responsables políticos de la UE que utilicen las tecnologías digitales para armonizar un panorama de gestión del agua "muy fragmentado" que dificulta la aplicación de la DMA y otras directivas sobre agua potable, aguas residuales, emisiones industriales y prevención de inundaciones.
"En la actualidad hay escasez de datos fiables y falta de medición a nivel de la UE, por ejemplo, en cuestiones como las fugas de agua, lo que a su vez conduce a una falta de ideas sobre qué acciones específicas llevar a cabo", escriben.
En su carta de misión a la comisaria designada de Medio Ambiente de la UE, Jessica Roswall, la presidenta Ursula von der Leyen le encarga que ultime la estrategia de resiliencia, pendiente desde hace tiempo.
"Esta estrategia abordará la eficiencia hídrica, la escasez, la contaminación y los riesgos relacionados con el agua. Tendrá como objetivo mejorar la ventaja competitiva innovadora de nuestra industria del agua, desarrollar tecnologías limpias, adoptar un enfoque de economía circular e incluir propuestas para digitalizar la gestión del agua, los ciclos y los servicios públicos", escribió Von der Leyen.