Investing.com - Crecimiento, sí, pero ojo a los daños colaterales. Es el mensaje que ha lanzado Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), en la rueda de prensa posterior a la reunión de la institución.
Draghi se mantiene confiado en alcanzar los objetivos de inflación a medio plazo (que sigue situando en el 1,7% en 2018, 2019 y 2020), aunque ha vuelto a alertar sobre factores como el proteccionismo, la volatilidad de mercados financieros y la vulnerabilidad de los mercados emergentes, que han ganado una mayor importancia para la economía de la Zona Euro en los últimos meses.
Tal como esperaban los analistas, el BCE ha rebajado ligeramente las previsiones de crecimiento para 2018 (del 2,1% al 2%) y 2019 (del 1,9% al 1,8%), respectivamente. En cuanto a 2020, ha mantenido los objetivos del 1,7%.
El presidente del BCE ha reiterado la decisión de la institución de poner fin al QE en diciembre de 2018, con una reducción de sus compras mensuales de activos hasta 15.000 millones de euros desde los actuales 30.000 millones. También ha vuelto a asegurar la intención de mantener una política acomodaticia manteniendo los tipos de interés en el 0,0% al menos hasta septiembre de 2019.
Recordamos que, tal como tenía el mercado descontado, el BCE ha mantenido sin cambios los tipos de referencia en el 0,0%, los de facilidad marginal del crédito en el 0,25% y los de facilidad de depósito en el -0,4%. Draghi ha defendido el crecimiento económico de la Zona Euro, que sigue dependiendo de una sólida demanda doméstica y de la evolución positiva de la tasa de empleo. Además, ha confiado en la solidez de la capacidad exportadora de la UE.
Preguntado en rueda de prensa por el mercado italiano, Draghi ha advertido que el BCE respeta a todos los miembros del gobierno italiano, siempre que estos respeten las reglas.
En el momento de preguntas de los periodistas también se ha querido recordar la quiebra de Lehman Brothers hace ahora diez años. Draghi ha asegurado que se veía venir una crisis financiera de grandes dimensiones.
Las bolsas europeas se mantienen en verde después de las palabras de Draghi, y también impulsadas por las buenas noticias desde el Banco Central de Turquía, que ha subido sus tipos de interés muy por encima de las expectativas, lo que ha provocado el rebote de la lira.
El euro también ha reaccionado al alza con las palabras de Draghi, y repunta hasta los 1,1675 dólares.