Berlín, 22 ene (EFE).- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, admitió hoy que la decisión de lanzar ahora el programa de compra de deuda no se adoptó por unanimidad, pero que sí contó respaldo de una gran mayoría del consejo ejecutivo de su entidad.
"Hubo una gran mayoría", precisó Draghi, que apoyó la medida, así un "consenso" en la asunción del riesgo compartido hasta una tasa del 20 %, de modo que el 80 % del riesgo de impago lo asumirá en solitario el banco central nacional que lo adquiera.
El presidente del BCE insistió, asimismo, en que su programa de compra de deuda era "necesario" para la recuperación económica y para llevar la inflación más cerca del objetivo de la entidad, el 2 %.
La entidad de Draghi anunció este jueves un programa de compra de deuda pública y privada por valor de 60.000 millones de euros al mes, operación que empezará en marzo de este año y se prolongará hasta septiembre de 2016.
La compra combinada de deuda pública y privada se realizará según la cuota de capital de cada país en la entidad, a través de su banco central nacional.
El presidente del BCE justificó el lanzamiento del programa en el "persistente" nivel mínimo de la inflación, muy por debajo del objetivo aspirado por su entidad que, recordó, debería situarse "levemente por debajo" del 2 %.
Draghi dejó hoy claro que la política monetaria debe ir acompañada "con rapidez" de reformas estructurales y recordó a "varios países" la necesidad de reformar el mercado laboral y de facilitar la actividad y las inversiones empresariales.
"Es crucial que las reformas estructurales se apliquen con rapidez", manifestó Draghi en rueda de prensa en Fráncfort tras la reunión del consejo de gobierno del BCE.
El Consejo Ejecutivo del BCE acordó asimismo hoy, según lo previsto, mantener los tipos de interés en su nivel actual, el mínimo histórico del 0,05 %, con el objetivo de apoyar la coyuntura económica y evitar una recesión.