San José, 20 abr (EFE).- El déficit fiscal de Costa Rica durante el primer trimestre de 2016 alcanzó el 1,3 % del producto interno bruto (PIB), lo que supone una reducción en comparación con el 1,6 % registrado en el mismo periodo de 2015.
"Como lo demuestran los resultados, el trabajo rinde buenos frutos. Los ingresos mantienen su tasa de crecimiento por encima de los gastos totales y del gasto corriente, los cuales se desaceleran como resultado de las medidas administrativas que venimos aplicando para hacer un mejor uso de los recursos públicos", dijo en conferencia de prensa el ministro de Hacienda, Helio Fallas.
Los datos oficiales indican que el déficit del primer trimestre de 2016 fue de 389.683 millones de colones (720 millones de dólares), mientras el del mismo periodo de 2015 fue de 440.899 millones de colones (813,4 millones de dólares).
Los ingresos del Gobierno en los primeros tres meses de 2016 sumaron 1.076.806 millones de colones (1.986 millones de dólares), un 7,3 % más que en ese lapso del año anterior.
Por su parte, los gastos contabilizaron 1.466.489 millones de colones (2.706 millones de dólares), para un incremento del 1,5 %.
El ministro Fallas insistió en la necesidad de que el Congreso apruebe una serie de leyes de reformas tributarias que buscan aumentar los ingresos del Estado y luchar contra la evasión, con el fin de paliar el déficit fiscal.
Según la previsión oficial del Banco Central, si no se introducen reformas fiscales, el déficit fiscal alcanzará el 6,2 % del PIB en 2016 y el 7 % en 2017.
"Posponer la aprobación de los proyectos implica seguir endeudándonos cada vez más, lo que traería mayor presión en las tasas de interés y ajustes más severos en el gasto", aseguró Fallas.
Entre las principales leyes que impulsa el Gobierno en el Congreso se encuentra una para fortalecer la lucha contra el fraude fiscal y la evasión, y otra para aplicar cambios en el impuesto sobre la renta, especialmente la introducción de la renta global.
Otro de los proyectos es la conversión del impuesto de ventas del 13 % en uno de valor agregado (IVA) del 15 % que ampliará la cantidad de productos y servicios por gravar.
Según el Gobierno, la intención del paquete de leyes es que quienes tienen más dinero paguen más impuestos.
Sin embargo, grupos empresariales y de la oposición política rechazan las reformas fiscales, pues consideran que antes de aumentar o establecer nuevos impuestos el Gobierno debe reducir el gasto.