Brasilia, 25 jun (.).- El Banco Central de Brasil achaca su decisión de mantener los tipos de interés de referencia en un 10,5 % anual a la existencia de riesgos inflacionarios y a un escenario externo incierto, según un documento divulgado este martes.
En el acta de la última reunión del Comité de Política Monetaria del Banco Central, que la semana pasada interrumpió un ciclo de bajadas de los intereses de referencia iniciado en agosto de 2023, la institución asegura que se "mantendrá vigilante" frente a los factores que pueden presionar la inflación en el país.
En ese marco, advierte de que "el ambiente externo se muestra más adverso en función de una incertidumbre elevada y persistente sobre la flexibilización de la política monetaria en Estados Unidos", que tiene impacto en las monedas locales de otros países.
Aunque reconoce que "en el escenario doméstico (de Brasil), el conjunto de indicadores de actividad económica y el mercado laboral han presentado un dinamismo mayor al esperado", y que la inflación se mantiene controlada en torno a un 3,5 % anual, aclara que pueden surgir presiones en el corto y medio plazo.
El documento hace referencia a proyecciones de los analistas del mercado financiero privado, que advierten sobre una posibilidad de aumento de la inflación en 2025, cuando la tasa podría llegar al 4 %.
Frente a ese escenario, el Banco Central debe mantener "una actitud firme" y garantizar que "los eventuales ajustes futuros" de los tipos de referencia "serán dictados" con el "compromiso" de controlar las posibles presiones inflacionarias.
El elevado nivel en que el Banco Central mantiene los tipos es objeto de críticas constantes del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien sostiene que esas tasas atenazan el crédito e impiden así un mayor crecimiento de la actividad económica.
Lula ha centrado sus quejas en Roberto Campos Neto, jefe del Banco Central designado por el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) y cuyo mandato concluirá a finales de este año.
La semana pasada, Lula calificó a Campos Neto de "adversario político e ideológico" y afirmó que "no se interesa con lo que piensa el Gobierno", pero aseguró que eso "ya no es una preocupación, porque está llegando el momento de sustituirlo y entonces las cosas van a volver a la normalidad".