Investing.com – El banco central de Turquía desveló, en su repentina reunión de urgencia sobre política monetaria, una serie de dramáticas subidas de los tipos en un intento de evitar la inflación y reforzar la lira, que ha experimentado una enorme caída en las últimas semanas.
El banco subió repentinamente la tasa de interés del 7,75% hasta el 12%, la tasa de recompra del 4,5% al 10% y el tipo deudor del 3,5% al 8%. La medida fue mucho más dura de lo que los analistas habían esperado.
El banco central aseguró que su meta es bajar la tasa de inflación del país, que se ha acelerado hasta el 7,4% en diciembre. El banco prevé que esta inflación vuelva a su objetivo fijado en 5% a mediados de 2015.
En su informe sobre tipos, el banco declaró que su nueva “estricta postura en cuanto a política monetaria se mantendrá hasta que haya una mejora significativa en las previsiones sobre inflación”.
En su informe trimestral sobre inflación publicado al comienzo de la jornada de este martes, el banco revisó considerablemente al alza sus previsiones sobre inflación anual, del 5,3% hasta el 6,6%, y recalcó que las previsiones sobre la economía global habían quedado nubladas.
La lira había alcanzado una serie de mínimos históricos con respecto al dólar desde principios de enero, cayendo casi un 11%, para después repuntar antes de la reunión de urgencia del banco central celebrada este martes.
La lira se disparó casi un 4% frente al dólar inmediatamente después del anuncio, antes de volver a retroceder en sus ganancias para finalmente cerrar con un avance del 1,55%.
El banco central de Turquía mantuvo sin alteraciones los tipos en su reunión de la semana pasada ante la presión política a la que se le sometió para que evitara costes de financiación más altos ya que estos podrían lastrar el crecimiento. La lira siguió cayendo en espiral hasta alcanzar nuevos mínimos históricos después de que una intervención directa del banco central en el mercado de divisas este jueves no consiguiera frenar la depreciación de la divisa.
La lira turca se percibe como un elemento especialmente vulnerable a las reducciones en el programa de adquisición de activos de la Reserva Federal, ya que el país confía ciegamente en la inversión extranjera para financiar su enorme déficit financiero actual.
La liquidación de la lira ha sido impulsada también por las preocupaciones de los inversores en torno a las tensiones políticas locales, después de que la amplia investigación sobre corrupción que se emprendió en diciembre y que involucraba a algunas personalidades relacionadas con el Gobierno provocara cambios en el Gabinete.
La lira seguía siendo vulnerable antes de las declaraciones sobre política monetaria de la Fed ante las expectativas de que el banco reduzca su programa de adquisición de activos en otros 10.000 millones de USD al mes hasta los 65.000 USD. El banco central anunció el primer recorte en sus estímulos económicos en diciembre.
El banco subió repentinamente la tasa de interés del 7,75% hasta el 12%, la tasa de recompra del 4,5% al 10% y el tipo deudor del 3,5% al 8%. La medida fue mucho más dura de lo que los analistas habían esperado.
El banco central aseguró que su meta es bajar la tasa de inflación del país, que se ha acelerado hasta el 7,4% en diciembre. El banco prevé que esta inflación vuelva a su objetivo fijado en 5% a mediados de 2015.
En su informe sobre tipos, el banco declaró que su nueva “estricta postura en cuanto a política monetaria se mantendrá hasta que haya una mejora significativa en las previsiones sobre inflación”.
En su informe trimestral sobre inflación publicado al comienzo de la jornada de este martes, el banco revisó considerablemente al alza sus previsiones sobre inflación anual, del 5,3% hasta el 6,6%, y recalcó que las previsiones sobre la economía global habían quedado nubladas.
La lira había alcanzado una serie de mínimos históricos con respecto al dólar desde principios de enero, cayendo casi un 11%, para después repuntar antes de la reunión de urgencia del banco central celebrada este martes.
La lira se disparó casi un 4% frente al dólar inmediatamente después del anuncio, antes de volver a retroceder en sus ganancias para finalmente cerrar con un avance del 1,55%.
El banco central de Turquía mantuvo sin alteraciones los tipos en su reunión de la semana pasada ante la presión política a la que se le sometió para que evitara costes de financiación más altos ya que estos podrían lastrar el crecimiento. La lira siguió cayendo en espiral hasta alcanzar nuevos mínimos históricos después de que una intervención directa del banco central en el mercado de divisas este jueves no consiguiera frenar la depreciación de la divisa.
La lira turca se percibe como un elemento especialmente vulnerable a las reducciones en el programa de adquisición de activos de la Reserva Federal, ya que el país confía ciegamente en la inversión extranjera para financiar su enorme déficit financiero actual.
La liquidación de la lira ha sido impulsada también por las preocupaciones de los inversores en torno a las tensiones políticas locales, después de que la amplia investigación sobre corrupción que se emprendió en diciembre y que involucraba a algunas personalidades relacionadas con el Gobierno provocara cambios en el Gabinete.
La lira seguía siendo vulnerable antes de las declaraciones sobre política monetaria de la Fed ante las expectativas de que el banco reduzca su programa de adquisición de activos en otros 10.000 millones de USD al mes hasta los 65.000 USD. El banco central anunció el primer recorte en sus estímulos económicos en diciembre.