Tokio, 27 abr (EFE).- El comité de política monetaria del Banco de Japón (BoJ) inició hoy su reunión mensual entre expectativas de que active estímulos adicionales para impulsar su objetivo inflacionista en un momento marcado por los recientes terremotos en el país.
Se espera que al término de este encuentro de dos días de duración la entidad empeore sus pronósticos de inflación para el ejercicio fiscal actual -que concluye en marzo de 2017- y para el siguiente.
Actualmente prevé subidas de precios del 0,8 y el 1,8 por ciento interanual, respectivamente.
De este modo, también es posible que retrase la fecha en la que espera lograr que el país registre una inflación en torno al 2 por ciento, meta que actualmente espera conseguir a mediados de 2017.
Se cree que el comité meditará la posible aplicación de tipos negativos para los préstamos que realiza a instituciones financieras como complemento a las tasas, también negativas, que aplica a algunos depósitos que mantienen estas mismas entidades, que contarían así con un pequeño colchón.
Existe la posibilidad de que el banco central nipón opte también por ampliar de alguna manera el programa masivo de compra de activos que mantiene desde 2013 con objeto de impulsar la inflación.
Esta última decisión respondería a los efectos negativos que han tenido para el sector privado los potentes terremotos que han golpeado recientemente el sur del país, donde han dejado casi 50 muertos, obligado a detener muchas plantas y afectado al turismo, una industria en alza en el país asiático.
No obstante, algunos analistas creen que la entidad no moverá ficha porque quiere analizar con mayor profundidad los efectos que ha tenido la aplicación de referenciales negativos para penalizar el apalancamiento de fondos bancarios activado el pasado 16 de febrero.