Tokio, 21 may (EFE).- El Banco de Japón (BoJ) inició hoy su reunión mensual de dos días de duración con la vista puesta en analizar la fortaleza de la recuperación económica del país, apenas un día después de conocerse que el PIB nipón avanzó en enero-marzo a su mayor ritmo en un año.
Por otro lado, no se esperan cambios en la política monetaria de la entidad, que activó en abril de 2013 un agresivo paquete expansivo para lograr cerrar un ciclo deflacionario de casi dos décadas de duración.
De hecho, en su última junta de política monetaria la entidad anunció que retrasaba la meta de alcanzar un 2 por ciento de inflación interanual hasta después de marzo de 2016 debido a la presión antiinflacionaria que ha generado la reciente caída del crudo.
Hasta entonces, asegura el organismo, el programa ultraflexibilizador se mantendrá activo.
El BoJ había dicho inicialmente que su objetivo era lograr ese nivel de encarecimiento de los precios durante el actual ejercicio, que concluye el 31 de marzo de 2016.
La entidad asegura que, pese a que la inflación actual es prácticamente del 0 por ciento, la tendencia al alza que se ha visto en los dos últimos años se mantiene intacta y que la subida de precios volverá a aflorar en los próximos meses.
Los nueve miembros de la junta sí se plantearán durante la reunión modificar su evaluación sobre el estado de salud de la economía nipona -la cual estiman que se encuentra en fase de recuperación moderada- tras los datos publicados ayer.
Arrastrada por las exportaciones y la inversión inmobiliaria la economía nipona creció entre enero y marzo un 0,6 por ciento intertrimestral, lo que supone el segundo mes de expansión y el mejor dato desde enero-marzo de 2014.
Además, el PIB nipón creció a ritmo anual un 2,4 por ciento, muy por encima de Estados Unidos o la Eurozona.