Por Francesco Canepa y John O'Donnell
FRÁNCFORT (Reuters) - Las turbulencias en los mercados financieros y las preocupaciones por China y otros mercados emergentes provocarán una revisión de la política monetaria del Banco Central Europeo en marzo, manteniendo las perspectivas de mayores medidas de estímulo.
El euro bajó contra el dólar mientras Draghi, que hablaba tras mantener los tipos de interés sin cambios, dijo a periodistas que el banco preveía que los tipos "continuasen en los niveles actuales o más bajos durante un periodo prolongado de tiempo".
"Al empezar el nuevo año, los riesgos a la baja se han incrementado de nuevo, en medio de una incertidumbre reforzada sobre las perspectivas de crecimiento de las economías de los mercados emergentes, volatilidad en los mercados financieros y de materias primas y riesgos geopolíticos", dijo.
"Por lo tanto será necesario revisar y posiblemente reconsiderar nuestra política en nuestra próxima reunión a principios de marzo", dijo, creando expectativas para una actuación antes de lo que esperaban muchos en el mercado.
Muchos analistas llevan pronosticando un recorte de otros 10 puntos básicos en la actual tasa de depósitos, -0,30, pero no hasta la reunión de junio.
En diciembre, el consejo de gobierno recortó la tasa de depósito, incrementó el coste de aparcar dinero en el BCE para los bancos y amplió su programa de alivio cuantitativo de 1.5 billones de euros para comprar deuda pública.
Defendiendo las medidas, que no cumplieron las expectativas de algunos inversores, Draghi dijo que eran "totalmente apropiadas y efectivas" dado que se conocía en aquel momento, apuntando a que el precio del petróleo había caído no menos de un 40 por ciento desde entonces.
Los pronósticos del BCE de diciembre se basan en unos precios del petróleo promediando 52,2 dólares el barril, pero el crudo Brent cotiza alrededor de 28 dólares el barril e incluso los futuros a 2022 están por debajo de 50 dólares, lo que indica que existe poca confianza en un rápido rebote.
"No nos estamos rindiendo frente a estos factores globales", dijo, indicando que unos menores costes energéticos también servirían para impulsar el consumo de los hogares y las inversiones
TURBULENCIAS EN MERCADOS
Aunque Draghi insistió en que la recuperación en la zona euro continuaba, reconoció que las perspectivas "permanecían bajistas", citando la fragilidad de la economía global y los riesgos geopolíticos.
El dilema para el banco es que los bajos precios de la energía ahora están impactando a otros bienes y servicios, arrastrando la inflación lejos del objetivo del BCE (cerca pero por debajo del 2 por ciento) y pone en peligro la credibilidad de ese objetivo.
"Se espera que actualmente las tasas de inflación se mantengan muy bajas o en niveles negativos en los próximos meses y que remonte sólo posteriormente en 2016", dijo.
La debilidad del yuan exportaría el riesgo deflacionario de China y reduciría la efectividad de cualquier recorte de tipos, limitando la capacidad de debilitar el euro.
La debilidad en China podría persuadir también a la Reserva Federal de EEUU para ralentizar los tipos de interés, lo que presionaría mucho al euro.
Pese a las turbulencias en los mercados financieros, Draghi dijo que confiaba relativamente en que el sistema bancario de la zona euro era fuerte.
"Hasta ahora, hemos visto que (los bancos) son bastante resistentes", dijo.
"No hemos visto los potenciales de inestabilidad del estilo de los que vimos en la época precrisis", dijo Draghi.