Por Balazs Koranyi y Laura Benitez
FRANCFORT/LONDRES (Reuters) - El Banco Central Europeo (BCE) adquirió el miércoles bonos de algunas de las grandes empresas de Europa, en el inicio de sus compras de deuda corporativa que ahora forman parte de su enorme programa de estímulos diseñado para reactivar la inflación y el crecimiento económico de la zona euro.
Entre las operaciones más activas en el mercado secundario figuraban los títulos de la aseguradora italiana Generali (MI:GASI), una emisión de deuda a 10 años del grupo español Telefónica (MC:TEF) y títulos a cinco años de la francesa Engie (PA:ENGIE), dijeron operadores e inversores a IFR, un servicio de datos financieros de Thomson Reuters.
Tras comprar 1 billón de euros en bonos, soberanos en su gran mayoría, desde marzo de 2015, el BCE espera ahora que la incorporación de deuda corporativa no bancaria estimule a las empresas a invertir y acelere el crecimiento en el bloque, que sigue bregando para superar las últimas etapas de su crisis de deuda.
Inversores dijeron que el BCE parecía estar comprando deuda de empresas con operaciones en una horquilla de entre 3 y 5 millones de euros. Los precios de los bonos operaban con pocos cambios, lo que sugiere que la demanda adicional del banco central ya ha sido tomada en cuenta por el mercado.
De hecho, los rendimientos de la deuda corporativa ya habían caído abruptamente desde que el BCE reveló sus planes en marzo, en un indicio de que las compañías se han estado beneficiando de la medida durante meses, pese a que la entidad aún no había empezado sus compras.
"Todo esto es algo bastante soso por el momento, ya que se están comprando bonos de grandes compañías, pero por lo que hemos visto parece que (el BCE) ya está intentando diversificar sectores para evitar una distorsión de precios", dijo un inversor.
Pero la diversificación podría resultar difícil. El mercado de deuda de alto rating como la que puede ser objeto de compra tiene un valor de entre 500.000 y 600.000 millones de euros, pero se limita mayormente a grandes empresas en Francia y Holanda. Estas entidades ya cuentan con fácil acceso al crédito, por lo que su interés por el dinero barato puede ser limitado.
"Creo que de todas formas la clave radica en si este programa alentará la inversión en la economía real", dijo Alberto Gallo, gestor de carteras y jefe de estrategias macro de Algebris Investments.
"Hasta ahora las corporaciones sólo están utilizando los bajos costes de endeudamiento para obtener una financiación más barata, pero la inversión y la creación de empleos están estancadas. Por ahora, creo que también necesitaremos más estímulos fiscales", añadió.
La efectividad a largo plazo de la iniciativa dependerá en buena parte de la capacidad del BCE de atraer a nuevos solicitantes de préstamos y de que los menores costes de endeudamiento lleguen a economías más débiles, como la italiana o la española, donde las rentabilidades siguen siendo elevadas.