Por John O'Donnell y Balazs Koranyi
NICOSIA/FRÁNCFORT (Reuters) - El Banco Central Europeo (BCE) lanzará su programa de flexibilización cuantitativa la próxima semana, después de elevar las previsiones de crecimiento económico para este año y el próximo.
El presidente de la entidad, Mario Draghi, dijo que las primeras compras de bonos con el dinero nuevo tendrán lugar el 9 de marzo.
El banco central de la zona euro ha dicho que comprará 60.000 millones de euros al mes hasta septiembre de 2016 o hasta que la inflación se eleve de nuevo hacia una meta cercana pero inferior al 2 por ciento.
El BCE, que dejó sus tipos de interés sin cambios en mínimos históricos del 0,05 por ciento en su encuentro del jueves en Chipre, subió también su proyección de crecimiento al 1,5 por ciento para este año, desde el 1,0 por ciento que anticipó en diciembre.
Para 2016 ahora se espera una expansión de 1,9 por ciento, cifra que implica un alza desde 1,5 por ciento previamente.
"Los últimos datos económicos y, en particular, los sondeos disponibles hasta febrero, apuntan a algunas mejoras en la actividad económica a principios de este año".
"De cara al futuro, se espera que la recuperación económica se amplíe y fortalezca gradualmente", dijo Draghi en rueda de prensa.
Un análisis de sondeos de Reuters muestra que más de la mitad de los informes de datos económicos más importantes de la zona euro desde el inicio del año han superado el consenso de las previsiones y muchos han excedido las estimaciones más altas.
Alemania, la mayor economía europea, ha liderado el camino.
La inflación, actualmente en -0,3 por ciento, fue estimada en cero para este año y subiendo a 1,8 por ciento en 2017.
Eso está lo suficientemente cerca de la meta del BCE como para sugerir que la impresión de dinero no continuará después de septiembre del 2016.
El banco tiene un largo camino por delante para convencer a los mercados de que sus planes serán efectivos.
Solo la mitad de los economistas encuestados por Reuters creen que las compras de bonos favorecerán un alza de la inflación hacia la meta de cercana pero inferior al 2 por ciento y la mitad creen que las adquisiciones se extenderán.
Ya hay señales tentativas de que la inflación tocó fondo.
La lectura de febrero, de -0,3 por ciento, superó las expectativas. Aparte, los precios del crudo se recuperaron de los mínimos de enero, el crecimiento se acelera y el euro registró el mínimo en 11 años contra el dólar, alentando las esperanzas de una mayor inflación importada.
"Los riesgos que rodean al panorama económico para el área del euro siguen apuntando a la baja pero han disminuido después de decisiones recientes de política monetaria y de la caída de los precios del petróleo", dijo Draghi.
El BCE desea seguir alejado del debate político sobre el futuro de Grecia y Draghi indicó que no accederá a una petición de Atenas para que se le permita emitir más deuda de corto plazo a fin de atender sus problemas de financiación.
Pero sostuvo que el BCE había elevado la suma de un programa crediticio de asistencia conocido, como ELA por sus siglas en inglés, que el banco central griego podría extender a los bancos del país.