El riesgo de que el Banco Central Europeo no consiga alcanzar su objetivo de inflación a medio-largo plazo ha aumentado. Lo ha advertido Peter Praet, miembro del Comité Ejecutivo del organismo, y apuntaba así a la posibilidad de que el BCE esté preparando nuevas medidas de estímulo.
El organismo capitaneado por Mario Draghi está listo, según Praet, para aumentar su programa de compra masiva de deuda, el famoso QE europeo, si es necesario.
A su juicio, los bajos precios de las materias primas y los signos de debilidad económica juegan en contra del BCE a la hora de dirigirse hacia su objetivo que es, recordemos, una inflación cercana al 2% pero sin tocar esa cota.