El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha manifestado su apoyo a que la Reserva Federal de Estados Unidos inicie un ciclo de flexibilización monetaria durante su próxima reunión de política la semana entrante. Este respaldo surge en un momento en que los riesgos inflacionarios parecen haber disminuido y se prevé que la economía estadounidense experimente una desaceleración durante el resto del año.
Julie Kozack, portavoz del FMI, señaló durante una rueda de prensa habitual que los datos recientes indican un menor riesgo de repuntes inflacionarios, lo que allana el camino para una relajación de la política monetaria. El FMI proyecta que la inflación del índice de gastos de consumo personal (PCE) subyacente de EE. UU. finalice 2024 en el 2,5% y retorne al objetivo del 2% de la Fed a mediados de 2025.
Kozack hizo hincapié en la importancia de que la Fed ajuste el ritmo y la magnitud de los recortes de tasas en función de los datos económicos entrantes. Aunque la amenaza inflacionaria ha disminuido, no se ha disipado por completo.
Jerome Powell, presidente de la Fed, había expresado anteriormente su respaldo al inicio de las reducciones de tasas, subrayando que un mayor debilitamiento del mercado laboral sería indeseable y que la inflación se estaba acercando al objetivo de la Fed. Otros miembros del comité de política monetaria de la Reserva Federal también han insinuado su disposición a implementar recortes de tasas en la reunión del 18 de septiembre.
A pesar de la desaceleración económica prevista, Kozack indicó que se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) de EE. UU. aún crezca aproximadamente un 2% a finales de 2024, en comparación con el cuarto trimestre de 2023. No obstante, no confirmó si el FMI ajustaría sus pronósticos de crecimiento general para EE. UU., que actualmente se sitúan en el 2,6% para todo el año 2024 y el 1,9% para 2025.
Reuters contribuyó a este artículo.
Este artículo ha sido generado y traducido con el apoyo de AI y revisado por un editor. Para más información, consulte nuestros T&C.