MADRID (Reuters) - El Gobierno español confía en que los datos de empleo del último trimestre de 2015 que se conocerán el jueves reflejen una caída del paro récord y confirmen su expectativa de creación de 600.000 puestos de trabajo en el ejercicio, en un país con una de las tasas de desempleo más altas de la Unión Europea.
El mercado laboral es uno de los puntos débiles de la economía española, después de que la peor crisis de las últimas décadas dejara un panorama desolador con la pérdida de más de tres millones de empleos.
Un sondeo elaborado por Thomson Reuters entre analistas prevé que la tasa de paro caiga al 21,05 por ciento de la población activa, desde el 21,18 por ciento del tercer trimestre del año pasado -cuando había 4,85 millones de personas sin trabajo-, y tras alcanzar un pico del 27 por ciento en el arranque de 2013.
El Gobierno prevé que la economía crezca en 2015 un 3,2 por ciento -una décima menos que la proyección oficial-, su mayor ritmo desde 2007, y el presidente en funciones, Mariano Rajoy, dijo el miércoles que espera que el Instituto Nacional de Estadística publique datos "positivos" este jueves.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, también dijo esta mañana que la Encuesta de Población Activa (EPA) certificaría que 2015 había sido un año récord en la disminución del paro, en la misma línea que lo ya avanzado por el ministro de Economía, Luis de Guindos.
"Hemos recuperado 1,157 millones de los empleos destruidos por la crisis (...) uno de cada tres", dijo Báñez, señalando que desde que el Partido Popular llegó al Gobierno en diciembre de 2011 había 328.000 parados registrados menos, y 78.000 afiliados más a la Seguridad Social.
Pese a la recuperación, los sindicatos critican el incremento de la precariedad laboral, y en medio de una gran incertidumbre sobre si habrá nuevo Gobierno o habrá que acudir a las urnas en primavera, varios partidos están impulsando la derogación de leyes del PP como la reforma laboral.
Rajoy, que tiene difícil su reelección tras perder la mayoría absoluta, dijo que la reforma laboral había sido de las leyes más elogiadas en Europa y aunque se mostró dispuesto a ceder en algunos puntos de su programa para desbloquear el 'impasse' político actual, dijo que le gustaría que nadie planteara una vueltas atrás en este campo.