Por Ingrid Melander y Alexandria Sage
PARÍS (Reuters) - El presidente francés, el socialista François Hollande, pidió el lunes a su primer ministro una remodelación de gobierno, expulsando a los ministros izquierdistas que habían abogado por una giro en la política económica alejándose del rigor presupuestario.
El movimiento inesperado - que podría agravar el enfrentamiento entre Hollande y legisladores más de izquierdas - se produce un día después de que el ministro de Economía, Arnaud Montebourg, atacase a Alemania, peso pesado de la eurozona, por arruinar la economía de la región con lo que llamó una "obsesión" por la austeridad económica.
Montebourg no esperó a que el primer ministro Manuel Valls anunciase el nuevo gobierno - algo que está previsto haga el martes -, para redoblar sus ataques y declarar que él y otros dos ministros de izquierdas no buscarían tener un papel en el gabinete.
"El mundo entero nos está pidiendo que pongamos fin a estas absurdas políticas de austeridad que están enterrando cada vez más a la eurozona en recesión y que pronto terminarán con deflación", dijo en una rueda de prensa en el Ministerio de Finanzas galo.
"Debemos tener el coraje intelectual y político para reconocer que las políticas de austeridad están creando peores déficits en lugar de reducirlos", dijo Montebourg antes de abandonar la sala en medio de los aplausos de su personal.
Esta será la segunda remodelación del gobierno que el impopular Hollande ordena en otros tantos años en el poder y se produce apenas cinco meses después del primer cambio, que buscaba promover una línea más favorable a los negocios. Los críticos pidieron nuevas elecciones y el periódico Le Monde tituló su editorial "La última oportunidad del presidente".
El destino de Montebourg, que durante mucho tiempo ha mantenido que el recorte del déficit no debería ser una prioridad cuando el crecimiento francés estancado y el paro por encima del 10 por ciento, había sido sellado antes el lunes con un tenso comunicado de la oficina de Hollande.
NUEVO GOBIERNO EL MARTES
"El jefe de Estado pidió (a Manuel Valls) que formara un equipo que apoye los objetivos que ha establecido para el país", dijo el comunicado emitido después de que Valls presentase la renuncia de su gabinete al presidente.
El objetivo de Hollande es revivir la segunda mayor economía de la eurozona con rebajas de impuestos mientras que frena poco a poco el déficit público recortando el gasto.
Francia ha quedado por detrás de otras economías de la eurozona a la hora de salir de la reciente crisis económica, alimentando la frustración ciudadana con la gestión de Hollande, tanto entre los socialistas como en la oposición.
Montebourg dijo que sus compañeros izquierdistas Benoît Hamon y Aurélie Filipetti, al frente de las carteras de Educación y Cultura respectivamente, también dejarán sus cargos. Filipetti señaló por separado que no quería un puesto en el nuevo gobierno.
Si Hollande decide prescindir de Montebourg, considerado un potencial rival presidencial, se arriesgaría a que el depuesto ministro se enfrentara a él con una banda de diputados díscolos y le privaran de la mayoría parlamentaria que necesita para impulsar las reformas.
La oposición conservadora, que durante semanas ha estado inmersa en su propia crisis de liderazgo, pidió la disolución inmediata del parlamento, al igual que hizo el Frente Nacional de ultraderecha.
"Habiendo agotado la mitad de su mandato, no se vislumbra la capacidad del presidente, o de cualquier gobierno que elija, para asumir decisiones clave", dijo el ex primer ministro François Fillon, uno de los posibles candidatos conservadores a las elecciones presidenciales de 2017.