Lisboa, 9 abr (EFE).- El Ejecutivo portugués se felicitó hoy por la caída de los intereses que penalizan su deuda soberana, que hoy alcanzaron por primera vez tasas negativas, y contrapuso su situación a la de Grecia, fuertemente presionada por los mercados.
El ministro adjunto a la Presidencia, Luís Margues Guedes, consideró este pronunciado descenso de la rentabilidad exigida por los inversores para comprar títulos lusos como "la confirmación de la confianza internacional en las políticas y la trayectoria de la economía nacional".
Sus obligaciones a dos años llegaron a cotizar hoy al -0,04 % de interés, algo inaudito en Portugal -hace sólo doce meses se preparaba para salir de su rescate financiero- y lo iguala a otros países de su entorno que ya disfrutaban de este tipo de tasas.
"Son buenas noticias", defendió Marques Guedes en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros.
El titular de la cartera de Presidencia resaltó el contraste entre el momento que vive Lisboa en los mercados y el de Atenas, cuyos títulos a cinco años subían hoy hasta situarse por encima del 15 % de interés, reflejo de la elevada incertidumbre que suscita entre los inversores su futuro.
El representante del Gobierno luso subrayó en tono de crítica que el partido que gobierna en Grecia (Syriza) "es el gurú del Partido Socialista y de otras formaciones de izquierda" en Portugal.
El mensaje de Marques Mendes en alusión a las conexiones entre los grupos de la oposición en su país y Syriza se produce en un contexto de precampaña electoral, con los próximos comicios generales previstos para final de septiembre o principios de octubre.
La presión que ejercían los mercados fue precisamente el motivo que llevó a Portugal a solicitar el rescate financiero de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril de 2011, hace justo ahora cuatro años, a cambio de un severo programa de ajustes y recortes aplicado casi a rajatabla por el actual Ejecutivo, de signo conservador.
En los peores momentos de la crisis, los intereses que penalizaban los títulos lusos se dispararon y en el caso del plazo a dos años, llegaron a superar el 22 %.