En el panorama económico actual, la influencia de los precios del petróleo en la inflación está demostrando ser crucial, con tendencias recientes que se sitúan por debajo de los objetivos de inflación de los bancos centrales. La variación interanual de los precios del petróleo ha sido notablemente negativa, lo que refuerza la importancia de esta materia prima en el espectro económico más amplio.
El alcance del petróleo se extiende a diversos sectores, desde la calefacción de hogares y el transporte hasta la producción de numerosos bienes. A pesar del cambio desde las economías intensivas en energía del pasado, el petróleo continúa siendo un indicador clave de las tendencias inflacionarias.
Los inversores que malinterpreten la trayectoria de los precios del petróleo podrían encontrarse con previsiones de inflación y expectativas sobre la política de los bancos centrales inexactas. Hace un año, economistas y analistas pronosticaron que el precio de los futuros de Brent y West Texas Intermediate (WTI) para 2024 promediaría alrededor de 86 y 83 dólares por barril, respectivamente. Sin embargo, los precios del petróleo han disminuido desde entonces, con los precios del WTI experimentando una caída interanual todos los días desde el 22 de julio, llegando en ocasiones a rozar una disminución del 30%.
Esta caída ha tenido un efecto pronunciado en las tasas de inflación, con la inflación anual de la eurozona cayendo al 1,8%, por debajo del objetivo del Banco Central Europeo. Esto ha llevado a una mayor especulación sobre posibles recortes de las tasas de interés del BCE. De manera similar, en Estados Unidos, la inflación energética, que juega un papel importante tanto en los índices de precios al consumidor como al productor, está aliviando las presiones sobre los precios.
Los analistas de Goldman Sachs proyectan que para abril del próximo año, la contribución del precio de la energía al IPC anual de EE.UU. podría empujar el IPC general hasta un mínimo del 1,9%, por debajo del objetivo de la Reserva Federal. También sugieren que la inflación subyacente podría disminuir hasta 0,15 puntos porcentuales para finales del próximo año, con mayores descensos si los precios del petróleo caen 20 dólares adicionales por barril.
Funcionarios de la Reserva Federal, incluido el gobernador Christopher Waller, han reconocido la posibilidad de que las tasas de inflación subyacente se alineen o caigan por debajo del objetivo de la Fed. Los economistas de JP Morgan han señalado que los precios de la energía para el consumidor están ejerciendo una presión a la baja sobre la inflación general, una tendencia que se espera que se intensifique.
Aunque eventos geopolíticos o económicos imprevistos podrían alterar esta trayectoria, la actual dinámica débil de los precios del petróleo indica que los bancos centrales podrían volver a sus estrategias prepandémicas antes de lo previsto.
Reuters contribuyó a este artículo.
Este artículo ha sido generado y traducido con el apoyo de AI y revisado por un editor. Para más información, consulte nuestros T&C.