París, 15 jul (EFE).- El Parlamento francés aprobó hoy con una cómoda mayoría el acuerdo alcanzado con los socios de la eurozona para el inicio de negociaciones sobre un tercer rescate que impida la salida del país heleno de la moneda única.
Con un total de 412 votos a favor, 69 en contra y 49 abstenciones, la Asamblea Nacional dio su respaldo al plan, gracias al amplísimo respaldo en las filas del gobernante Partido Socialista y al apoyo mayoritario del partido conservador de Los Republicanos.
Tan solo dos socialistas votaron en contra (nueve de ellos se abstuvieron), mientras que en la bancada conservadora 93 lo validaron y 41 se opusieron (además de 35 abstenciones).
Entre los grupos minoritarios, tanto los centristas de la UDI como los ecologistas votaron a favor del acuerdo, en tanto que el Frente de Izquierda y el Frente Nacional se opusieron en bloque.
En el Senado también venció el "sí" pocos minutos después, con 260 votos a favor, 23 en contra y 60 abstenciones.
El acuerdo, que impone duras condiciones a Grecia a cambio de evitar su salida del euro y una previsible debacle financiera, ha sido publicitado en Francia como un éxito diplomático del presidente, François Hollande, que defendió hasta el final la necesidad de evitar un "grexit".
En el debate previo a la votación, cuyo resultado se daba por descontado, el primer ministro francés, Manuel Valls, defendió el acuerdo del lunes porque con él "Europa ha sabido remontar una crisis que habría podido ser fatal".
El compromiso -argumentó- "es la reafirmación de que el lugar de Grecia está en la zona euro y en la UE. No hay 'grexit' ni 'grexit' temporal, idea absurda".
También se esforzó en negar que el acuerdo sea una humillación para Grecia porque "la humillación habría sido para ese país ser expulsado de la moneda única (...) cuando la inmensa mayoría de los griegos quieren seguir".
Reconoció que la decisión del primer ministro griego, Alexis Tsipras, de aceptar ese compromiso "no es fácil" porque "los griegos tendrán que hacer esfuerzos suplementarios e indispensables, pero sin comparación con el empobrecimiento que habría supuesto la salida de la moneda única".
También hizo notar que "el Gobierno griego debe restablecer la confianza con sus socios griegos porque se ha perdido mucho tiempo, no sólo desde febrero (la elección de Tsipras como primer ministro) sino desde hace numerosos años".
"Si las reformas son exigentes es porque no las hicieron" los anteriores ejecutivos griegos, repitió antes de pedir "algo de confianza en el Gobierno de un país amigo".
Valls no se privó de jactarse del papel en esta negociación de François Hollande, que "luchó por este acuerdo" y tenía "una inmensa responsabilidad, privilegiar el interés general de Europa".