Por Kylie MacLellan y Ragnhildur y Sigurdardottir
LONDRES/REIKIAVIK (Reuters) - El primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson, presentará su dimisión después de que documentos filtrados de un bufete de abogados de Panamá revelasen que su mujer tenía una empresa en un paraíso fiscal que es acreedora de bancos quebrados islandeses.
Gunnlaugsson se ha convertido en la primera víctima prominente de los denominados "Papeles de Panamá", que han arrojado luz sobre los arreglos financieros de políticos y personalidades públicas de todo el mundo, así como sobre las instituciones financieras que emplearon.
Más temprano, Gunnlaugsson pidió al presidente islandés la disolución del parlamento ante la amenaza de una moción de censura y protestas de ciudadanos escandalizados por las revelaciones. Disolver las cortes llevaría casi inevitablemente a unas nuevas elecciones en el país.
El vicepresidente del partido progresista, Sigurdur Ingi Johannsson, que también es ministro de Pesca y Agricultura, dijo a periodistas que el partido sugerirá a sus socios de coalición en el Partido de la Independencia que sea él quien sustituya a Gunnlaugsson como nuevo primer ministro.
La filtración de estos documentos ha tenido repercusiones en todo el mundo. En Reino Unido, el primer ministro David Cameron se convirtió en blanco de sus opositores, quienes le acusaron de permitir a una élite de ricos evadir el pago de sus impuestos.
Y en China, el gobierno de Pekín calificó de "infundadas" las informaciones de que familiares del presidente Xi Jinping y de otros líderes chinos anteriores y actuales estaban vinculados con cuentas en paraísos fiscales.
Los más de 11,5 millones de documentos se filtraron desde el bufete panameño Mossack Fonseca. Entre las personas que aparecen mencionadas están amigos del presidente ruso Vladimir Putin, parientes de líderes de China, Reino Unido y Pakistán, y el presidente de Ucrania.
Los papeles han causado indignación pública sobre la capacidad de los más ricos y poderosos del mundo para almacenar su dinero y evadir impuestos mientras mucha gente sufre apuros y políticas austeridad.
En Reikiavik, miles de personas se manifestaron en protesta ante el Parlamento islandés el lunes.
El primer ministro ha insistido en que los activos de su mujer en el extranjero pagaban impuestos en Islandia y que él había antepuesto el interés público al suyo personal en lo relacionado a la cuestión de la deuda de los bancos del país.
Pero los críticos dicen que existe un conflicto de intereses y que debería haber sido abierto sobre los activos en el extranjero y la empresa, sobre todo teniendo en cuenta que el gobierno del país está cerrando acuerdos con los acreedores de los bancos quebrados.
Un portavoz del gobierno dijo que el importe que los bancos islandeses quebrados adeudaban a la firma de la mujer del primer ministro - en la que él también tuvo durante un tiempo una participación - ascendía a más de 500 millones de coronas islandesas (unos 3,6 millones de euros).
Los principales bancos comerciales islandeses colapsaron en 2008 ante las turbulencias de la crisis financiera que sacudió el mundo y muchos islandeses han culpado a los políticos del país por no haber puesto freno a los excesos de los endeudados bancos.