Por Abhinav Ramnarayan y Paul Day
LONDRES/MADRID (Reuters/IFR) - El Tesoro español colocó el miércoles 3.000 millones de euros en el bono a más largo plazo de su historia, aprovechando la desesperación inversora en busca de rentabilidad en una Europa con tipos negativos y con el telón de fondo de la incertidumbre política.
La Tesorería estatal aprovechó una demanda superior a los 10.000 millones de euros para colocar el nuevo bono de referencia pagando solo 250 puntos básicos sobre los tipos de los mid-swaps (un tipo de referencia para esta clase de emisiones), frente a una referencia inicial de 253 puntos.
Tras el cierre de la operación, el Ministerio de Economía envió una nota en la que indicó que se trata de un bono con un cupón del 3,45 por ciento y una rentabilidad del 3,49 por ciento, y que los inversores no residentes coparon el 83,30 por ciento de la emisión.
España es el último de una serie de países como Bélgica y Francia que se han atrevido a alargar su endeudamiento con bonos a 50 o más años. Italia estaría sondeando el mercado para una operación similar.
No obstante, los inversores asumen mayor riesgo en su apuesta por España dada la incertidumbre política en el país, con un gobierno en funciones desde el pasado diciembre y nuevas elecciones previstas para finales de junio.
Los partidos políticos españoles no han conseguido formar gobierno tras un fragmentado resultado electoral en diciembre y los ciudadanos volverán a las urnas a finales de junio sin que las encuestas prevean un desenlace muy diferente.
Pese a ello, Barclays (LON:BARC), BNP (PA:BNPP), Caixabank (MC:CABK), Citi, Santander (MC:SAN) y SG recibieron el mandato para la colocación que despertó fuerte interés de los inversores institucionales y que puso a prueba la estabilidad de los mercados periféricos.
"Claramente, un instrumento a tan largo plazo es una prueba para la periferia, pero existe una sensación de confianza o no habríamos lanzado la transacción", dijo un banquero colocador.
El programa de alivio cuantitativo de 80.000 millones de euros mensuales del Banco Central Europeo ha llevado a la rentabilidad de la deuda pública a mínimos históricos.
Un banquero estimó que alrededor de un 40 por ciento de los bonos soberanos europeos en vigor tienen rentabilidad negativa.
Con los fondos de pensiones y aseguradoras con problemas para cumplir sus objetivos de rentabilidad, normalmente alrededor del 1,25 ó 1,50 por ciento, la deuda a muy largo plazo se ha convertido en un instrumento cada vez más popular.
Países como Italia, Bélgica, Austria, Irlanda y España han recibido una gran demanda cuando han lanzado bonos a 30 años.
Aunque esas operaciones cumplen los criterios del BCE para la compra de bonos - que adquiere deuda emitida de entre a dos y a 30 años-, los títulos a 50 años están fuera de su alcance, por lo que la colocación suponía aún un mayor reto.
"Claramente, ese es uno de los retos para España", dijo el banquero colocador.
España no es nueva en referencias a muy largo plazo. En septiembre de 2014 ya captó 1.000 millones de euros en un bono al 4 por ciento con vencimiento en 2064 en una colocación privada.
CADA VEZ A MAYOR PLAZO
El anuncio de España se adelanta a Italia, que quiere captar al menos 2.000 millones de euros en una subasta a 50 años en las próximas semanas, dijeron a Reuters dos fuentes del mercado.
Algunos especulan con que Austria, tradicionalmente dispuesta a ofrecer plazos largos, podría lanzar deuda a muy largo plazo.
Pero los banqueros coinciden en que los mejores candidatos seguían siendo España e Italia, dos emisores con grandes objetivos para este año, que probablemente aporten al mercado el tipo de instrumentos que se demandan.
Con esta colocación, el Tesoro español ya ha colocado un 45,3 por ciento de su objetivo de emisión de deuda a medio y largo plazo para este año (120.301 millones de euros)-
España tiene una calificación de 'Baa2', 'BBB+' y 'BBB+'.
DIVERSIFICACIÓN GEOGRÁFICA
Economía dijo que inversores residentes en Alemania, Austria y Suiza cubrieron un 26,59 por ciento de la emisión, Reino Unido e Irlanda el 22,59 por ciento, EEUU y Canadá el 16,36 por ciento y Francia e Italia el 6,03 por ciento.
Países escandinavos participaron con un 3,65 por ciento y otros países europeos con el 6,79 por ciento mientras que los inversores de países asiáticos y de Oriente Medio han participado con un 1,31 por ciento de la emisión.
Economía dijo que según el tipo de inversor, la mayor asignación ha correspondido a las gestoras de fondos con un 38,27 por ciento, seguido de los fondos de pensiones y compañías aseguradoras con un 30,54 por ciento, fondos apalancados (13,08 por ciento) y entidades bancarias (12,29 por ciento).