A medida que se acercan las elecciones estadounidenses del 05.11.2023, Europa se prepara para los posibles resultados que podrían afectar significativamente su economía. Los comicios presentan dos escenarios principales: una presidencia de Kamala Harris, que probablemente continuaría las políticas de Joe Biden, o un segundo mandato de Donald Trump, que podría traer desafíos más severos.
Se espera que una presidencia de Harris mantenga el statu quo en la política comercial y el reparto de costos de seguridad de la OTAN, con Europa anticipando pocas desviaciones del enfoque de Biden. Por el contrario, una victoria de Trump plantea varios riesgos, incluyendo la posibilidad de que EE. UU. retire su apoyo a Ucrania, lo que obligaría a los gobiernos europeos a aumentar rápidamente el gasto en defensa. Además, las amenazas de Trump de iniciar una guerra comercial global han generado preocupaciones en Europa sobre ser la principal perjudicada en tal escenario.
El apoyo bipartidista en EE. UU. para adoptar una línea dura con China plantea un dilema para la economía europea, fuertemente orientada a las exportaciones y dependiente del comercio con ambos países.
ASML (AS:ASML), una empresa tecnológica holandesa, ya ha experimentado los efectos de las restricciones estadounidenses, con prohibiciones de exportación de la mitad de sus productos a China tras los esfuerzos liderados por EE. UU. Christophe Fouquet, CEO de ASML, reconoció el impulso bipartidista para mayores limitaciones en EE. UU.
El comercio es vital para Europa, representando la mitad de su producción, y con 30 millones de empleos en el sector manufacturero, la región es particularmente sensible a las restricciones comerciales. La Ley de Reducción de la Inflación (IRA) en EE. UU. ha añadido complejidad, con su enfoque en empleos estadounidenses y subsidios para energía verde, generando incertidumbre para las empresas europeas con operaciones en EE. UU. Por ejemplo, la firma alemana Trumpf ha detenido su expansión en EE. UU. debido a esta incertidumbre.
Las elecciones también podrían obligar a los gobiernos europeos a reconsiderar sus presupuestos de defensa, ya tensionados por la deuda del gasto de recuperación post-pandemia. Mientras que una presidencia de Harris podría proporcionar más tiempo para que Europa se ajuste a los mayores costos de seguridad, una presidencia de Trump podría requerir un aumento inmediato del gasto en defensa.
Economistas de Goldman Sachs han estimado que los aranceles propuestos por Trump podrían reducir la producción de la zona euro en un punto porcentual, un impacto significativo considerando el modesto pronóstico de crecimiento para este año.
La Comisión Europea ha formado un equipo confidencial para analizar cómo afectará a la UE el resultado de las elecciones estadounidenses, pero alcanzar un consenso sobre políticas dentro de la UE sigue siendo un desafío, como se evidencia en las divisiones del bloque sobre las importaciones de vehículos eléctricos chinos.
Ante la posibilidad de relaciones transatlánticas tensas, especialmente bajo una presidencia de Trump, algunos sugieren que esto podría ser un catalizador para que la UE implemente reformas económicas sustanciales para fortalecer su posición relativa a la economía estadounidense.
Reuters contribuyó a este artículo.
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