Madrid, 10 ene (.).- Los beneficios fiscales asociados al IRPF e IVA suponen 37.000 millones de euros, es decir, el déficit estructural que sufre la economía española en estos momentos, según un informe de Fedea que plantea la eliminación de estos beneficios para aumentar la recaudación.
Según el análisis de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), España "usa poco" los precios de los servicios públicos por lo que también plantea extender el uso de las tasas sobre bienes y servicios para aumentar la recaudación tributaria sin aumentar los tipos de gravamen.
El estudio, que analiza la evolución en la última década de los ingresos públicos en España en comparación con otros países de la Unión Europea, destaca que España se mantiene significativamente por debajo a la media de la UE tanto en términos de ingresos como de gastos públicos, medidos ambos como porcentaje del PIB.
Según el análisis, la recaudación por ingresos públicos en España alcanza el 38 % del PIB, frente al 45 % de media de la UE-15 pero además subraya que el sistema impositivo es "muy ineficiente" , y sólo fue capaz de recaudar niveles adecuados bajo la burbuja inmobiliaria.
El problema para los autores del estudio de Fedea, no es que España presente tipos de gravamen muy reducidos sino "la estrechez" de las correspondientes bases tributarias y la "excesiva generosidad" de los beneficios fiscales, incluyendo el peso relativo del consumo gravado a tipos reducidos en el IVA, que supone una pérdida de recaudación superior a 3,5 puntos del PIB.
Según el estudio y tomando datos del Ministerio de Hacienda, los beneficios fiscales del IRPF y del IVA siguen siendo "enormes" y representan el 1,4 y el 2,08 % del PIB, respectivamente.
Desde 2007, según el estudio, los ingresos empezaron a caer y los gastos a subir, alcanzándose la máxima diferencia entre ingresos y gastos en el 2009, con un déficit del 11 % del PIB.
A partir del 2009 se observó una mejora de los ingresos públicos y desde 2012 una caída en el gasto.
Aún así, el déficit en 2015 fue el más elevado de la UE-15 después del de Grecia, llegando al 5,1 %.
Con este escenario, los autores del estudio sostienen que los ajustes vía gasto han sido "muy severos" entre 2007 y 2015 por lo que sería difícil justificar proseguir el necesario ajuste reduciendo más el gasto.
Por ello, estiman que la eliminación de los beneficios fiscales sería una "rápida y eficiente" forma de aumentar la recaudación y dar solución a los problemas fiscales de España.