(Actualiza la FB4099 con la promulgación de la nueva ley por el presidente)
Lisboa, 6 oct (.).- El Gobierno luso renunció hoy al decreto que obligaba a los bancos a comunicar a la Autoridad Tributaria los datos de las cuentas con un saldo superior a 50.000 euros, después de que fuese vetado por el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa.
En un comunicado divulgado tras la reunión del Consejo de ministros, el Ejecutivo explica que decidió aprobar la nueva ley sobre sigilo bancario dejando fuera el polémico punto que permitía al fisco acceder a las cuentas con más de 50.000 euros.
No obstante, matiza que retomará la regulación de esta materia, "esencial en el combate al fraude y la evasión fiscal", cuando se superen las "circunstancias coyunturales" señaladas por el jefe del Estado en su veto.
Rebelo de Sousa había decidido vetar la norma, al considerar que el nuevo régimen era "negativo" y "contraproducente" para la situación financiera y económica actual de Portugal, y defendió que la decisión se basaba en la "inoportunidad política".
Al comunicar su decisión, el presidente recordó que todavía está en proceso la consolidación del sistema bancario luso y que era "esencial" mantener la confianza de los inversores en el país.
El presidente no veía con buenos ojos que se aplicase también a portugueses o residentes en Portugal que no tienen cuentas o residencia fiscal en el extranjero y que no se exigiera que exista algún indicio de crimen fiscal o aumento injustificado del patrimonio para permitir el acceso del fisco.
Tras la renuncia del Gobierno a esa parte del decreto, Rebelo de Sousa promulgó hoy mismo la nueva norma sobre sigilo bancario, que "traduce el cumplimiento de compromisos internacionales" y "no suscitó reservas", explicó en una nota publicada en su web.
La Constitución portuguesa otorga al jefe del Estado la capacidad de "veto absoluto" a las leyes aprobadas directamente por el Ejecutivo y "veto relativo" a las normas avaladas por el Parlamento.