Fráncfort (Alemania), 15 jul (EFE).- Grecia acaparará la atención en la reunión que celebra mañana el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) para tratar la política monetaria de la zona del euro.
Los analistas coinciden en que el BCE decidirá mantener su tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0,05 %.
El consejo de gobierno debatirá sobre el programa de provisión de liquidez de emergencia para los bancos griegos.
Desde el 26 de junio el BCE ha mantenido el máximo que los bancos griegos pueden pedir al Banco de Grecia en 89.000 millones de euros y lo dejará en este nivel hasta que no tenga certeza de que Grecia ha logrado un acuerdo con sus socios europeos que sirve de base para negociar un tercer paquete de rescate.
El parlamento griego debate hoy el primer paquete de medidas de ajuste acordado con la eurozona a cambio del inicio de negociaciones sobre un tercer rescate.
Hasta que el BCE no decida aumentar este tope de liquidez de emergencia, los bancos griegos deberán permanecer cerrados, se mantendrán los controles de capital y los griegos sólo podrán sacar 60 euros diarios de los cajeros automáticos.
"Para aumentar la liquidez a los bancos griegos el BCE primero necesita un compromiso político de los acreedores europeos de mantener a Grecia solvente y de recapitalizar el sector bancario griego", considera el economista jefe para la zona del euro de UniCredit (MILAN:CRDI), Marco Valli.
El secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, va a reunirse hoy en Fráncfort con el presidente del BCE, Mario Draghi, para tratar los últimos acontecimientos en la crisis griega.
El BCE ha dicho que no va a dar detalles de la reunión entre Draghi y Lew, que posteriormente se reunirá con los ministros de Finanzas de Alemania y Francia, Wolfgang Schäuble y Michel Sapin.
"No esperamos cambios en la política monetaria en la reunión de mañana del BCE. Los cambios clave en el periodo desde la reunión anterior han ocurrido en Grecia y China", según Valli.
Draghi reiterará mañana la disposición del BCE de utilizar todos los instrumentos disponibles, o incluso nuevos, para afrontar un endurecimiento injustificado de las condiciones financieras y un riesgo de contagio de Grecia a otros países, añade Valli.
Los datos económicos de la zona del euro han sido alentadores y las perspectivas de crecimiento e inflación se sitúan en línea con las expectativas del BCE.
"Mientras las preocupaciones sobre Grecia dominarán probablemente la próxima reunión del BCE del 16 de julio, las condiciones en la zona del euro han resistido bastante bien", según los analistas del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés).
La reacción de los mercados financieros al aumento de la posibilidad de una salida de Grecia de la zona del euro ha sido tenue, lo que señala que perciben que el BCE tiene instrumentos suficientes y útiles para asegurar la estabilidad financiera.
Las primas de riesgo de Italia, España y Portugal subieron entre 40 y 60 puntos básicos a comienzos de julio, cuando aumentó el temor a una salida de Grecia del área euro por el referéndum que convocó el primer ministro, Alexis Tsipras, para votar las medidas de ajuste impuestas por los acreedores.
A lo largo de esta semana estos diferenciales frente al Bund alemán se han reducido de nuevo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió a los acreedores internacionales de que las necesidades de financiación de Grecia son mucho mayores de las previstas y que su deuda se puede disparar hasta un 200 % del producto interior bruto (PIB) en los próximos dos años.
Sapin coincide con el FMI en que la carga de la deuda griega no es sostenible y contempla una prolongación de los plazos de reembolso pero no una quita.