Atenas, 13 ene (.).- El Gobierno griego, en línea con la postura del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaüble, quiere que el Fondo Monetario Internacional (FMI) no participe en el tercer rescate o que lo haga como asesor, pero sin aportar dinero, según aseguraron hoy fuentes del Ejecutivo.
Grecia ve con buenos ojos la instauración de un mecanismo de control de este tercer memorándum impuesto por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y apoyan, como Schaüble, una solución "dentro del sistema monetario europeo".
Schäuble aseguró en una entrevista hoy en la prensa alemana que si el FMI decide no continuar Europa podría encontrar su "propia solución" dentro de la eurozona.
El papel del FMI, que todavía no ha decidido si se incorporará al rescate, es muy controvertido, pues sus opiniones sobre qué objetivos y medidas tiene que tomar Grecia son muy distintas a las que propugnan la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el MEDE.
Por ello Atenas había pedido en diversas ocasiones que el FMI se retirara del tercer memorándum.
Mientras tanto sigue la incertidumbre sobre cuándo Gobierno heleno y acreedores retomarán las negociaciones para completar la segunda evaluación del rescate financiero al país, tras la que Grecia espera recibir 86.000 millones euros.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, y el ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, afirmaron ayer que ambas partes están "mas cerca" de cerrar esta revisión.
Moscovici subrayó que de los cerca de 80 puntos a discutir solo quedan sobre la mesa la reforma energética, la negociación colectiva y la correcta evaluación de los desajustes fiscales.
Según un informe publicado por el banco heleno Eurobank, sin ayuda financiera Atenas solo tiene liquidez para hacer frente a sus pagos hasta finales de mayo.
Eurobank también afirma que si la deuda griega no recibe medidas de alivio a medio plazo, es posible que el país necesite mayores préstamos para hacer frente a sus obligaciones más allá de 2023.
El programa de asistencia a Grecia, que fija como objetivo que el país obtenga un superávit primario del 3,5 % del PIB a partir de 2018, prevé que se concedan medidas de alivio de la deuda a corto plazo -ya acordadas por el Eurogrupo en diciembre-.
Las medidas a medio y largo plazo, que solo empezarán a aplicarse al término del rescate, de momento no han sido puestas sobre la mesa por los acreedores.