Bruselas, 11 feb (EFE).- El ministro español de Economía en funciones, Luis de Guindos, afirmó hoy que el problema de la economía europea es su crecimiento moderado, pero rechazó ser "alarmista" y aseguró que España lleva ventaja a sus socios gracias a las reformas.
"El problema de Europa es de crecimiento y ahí España lleva delantera a sus socios", afirmó De Guindos a su llegada a la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro, el Eurogrupo.
Preguntado por la compleja situación que atraviesa la situación económica mundial y las turbulencias que afectan a los sistemas financieros, De Guindos dijo que en estos momentos de "dudas sobre situación de sistemas financieros en España se han hecho ya reformas".
De Guindos relacionó estas reformas con el hecho de que, según el Banco Central Europeo, las pymes españolas tengan ahora acceso a financiación más barata que las alemanas.
El ministro aseguró que la volatilidad está relacionada con la desaceleración de la economía mundial, que comenzó a sentirse en los países en desarrollo y que se ha dejado notar también en los datos de producción de algunos grandes países de la eurozona, aunque no en España.
Señaló que, al haber un margen limitado en la política monetaria, con los tipos cercanos a cero y medidas extraordinarias de inyección de liquidez, estas turbulencias se ven reflejadas en los sistemas financieros y "especialmente en aquellos países en los cuales los mercados consideran que el sistema financiero es más vulnerable".
De Guindos aseguró que "no hay motivos específicos" que provengan de la zona del euro que estén alimentando la desaceleración, sino que consideró que se ve afectada por "un ambiente económico a nivel global mucho más complicado".
Indicó que no estamos ante una "recesión mundial, sino una desaceleración económica seguramente más profunda de lo que habíamos previsto hace unos meses" y que ante esto todos tienen que aplicar "políticas económicas con reformas que aumentan el crecimiento".
En cualquier caso, el ministro español rechazó "exagerar" ante la situación.
"No fui alarmista en los momentos que estábamos en las situaciones más complejas para la economía española, como hace cuatro años, y por supuesto no lo voy a ser ahora", aseguró.
"Es una situación de desaceleración de la economía mundial, con una evolución muy negativa en los mercados de valores, que nos viene de fuera porque empezó con una desaceleración de los mercados emergentes y el problema en Europa es que la eco solo crece al 1,5 % incluso con vientos de cola", aseguró.
Dijo también que la incertidumbre política generada tras las elecciones del 20 de diciembre en España, que todavía no han resultado en la formación de Gobierno, "no ha tenido ningún tipo impacto ni en los indicadores de los mercados financieros ni en los indicadores reales de actividad".
Consideró, no obstante, que "no es la situación ideal", pero recalcó que la economía española "ha entrado con fuerza, mucha fuerza, en el año 2016".