París, 30 ene (EFE).- El presidente francés, François Hollande, mantuvo hoy un encuentro informal en Estrasburgo con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, para tratar de buscar una vía de conciliación con el nuevo Gobierno griego de Syriza.
Hollande, Merkel y Schulz se habían dado cita a iniciativa del presidente de la Eurocámara, a las 18.30 locales (17.30 GMT) en un restaurante de la capital alsaciana para un encuentro prolongado en forma de cena, en el que la crisis griega y la voluntad de Atenas de renegociar su deuda era el plato fuerte del menú.
El Palacio del Elíseo había insistido durante esta tarde en que no estaba prevista ninguna comunicación al término de la reunión aunque fuentes de la jefatura del estado avanzaron que el próximo miércoles por la tarde Hollande recibirá en París al nuevo primer ministro griego, Alexis Tsipras.
Previamente, también en la capital francesa, el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, se entrevistará el lunes por la tarde con su homólogo griego, Yanis Varufakis, y ambos harán una declaración común.
Desde el triunfo electoral de Syriza el domingo pasado y la formación del Gobierno de Tsipras, los responsables franceses han coincidido con los alemanes en que no habrá una nueva quita de la deuda griega.
Pero han querido también dar muestras de flexibilidad, y así Hollande, poco después de que Tsipras jurara su cargo el lunes habló con él por teléfono para invitarlo a acudir a París con vistas a "favorecer las discusiones y el diálogo para que Grecia vuelva a la senda de la estabilidad y del crecimiento".
El jefe del Estado francés aprovechó para subrayar que Francia estará junto a Grecia "en este periodo importante para su futuro".
Una posición menos cortante que la exteriorizada por Alemania, cuyo ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, advirtió hoy a Grecia que los compromisos han de mantenerse -sobre todo si se quiere seguir recibiendo las ayudas del rescate- y que Berlín es "difícil de chantajear".
Schulz había sido ayer el primero de los grandes responsables europeos que había viajado a Atenas para reunirse con Tsipras y hoy le siguió el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ante el que Varufakis avisó de que no reconoce a la troika como interlocutora en las negociaciones sobre el programa de rescate, que el nuevo Ejecutivo no acepta.
El ministro griego, que también insistió en que la deuda "no puede ser pagada", aseguró que su propósito es tratar de convencer a "todos sus socios", entre los que citó expresamente a Alemania, para que se encuentre una solución que sirva "al interés común europeo".
La cena de hoy en Estrasburgo, que se pospuso de la fecha inicial del 11 de enero por los atentados terroristas en Francia, también debía servir para abordar la crisis con Rusia por Ucrania.
Horas antes de encontrar a Merkel y Schulz, Hollande había mantenido en París una reunión bilateral con la primera ministra polaca, Ewa Kopacz, en la que ambos coincidieron en que la Unión Europea debe revisar sus relaciones con Rusia a la vista de las "acciones y decisiones" de Moscú en el conflicto en el este de Ucrania.
Hollande y Kopacz reiteraron la habitual reclamación de un alto el fuego "inmediato" y de la aplicación de los acuerdos de Minsk, por el que los separatistas prorrusos y las fuerzas ucranianas se comprometían a mantener intactas sus posiciones y a crear una banda de seguridad de 30 kilómetros de donde debían retirar el armamento pesado.