París, 22 nov (.).- Los ocho proyectos piloto de Inspectores Fiscales sin Fronteras (IFSF), una iniciativa para ayudar a países en desarrollo a mejorar en la eficiencia de la recaudación de impuestos, permitió recaudar más de 260 millones de dólares, según los datos presentados hoy por la OCDE.
Sólo en Zimbabue, las auditorías que se llevaron a cabo en la fase de los programas pilotos, entre 2012 y 2015, supuso un aumento de los ingresos de 100 millones de dólares, explicó en un comunicado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Este ejemplo de la fase de pruebas, que también se llevó a cabo en otros países como Colombia, Kenia y Senegal (los nombres de algunos es confidencial), demostró el "tremendo potencial que podrían tener futuros proyectos", señaló la organización.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se sumó a la iniciativa y desde julio de 2015 ambos organismos gestionan el dispositivo, que en la actualidad incluye 13 proyectos en Botsuana, Costa Rica, Etiopía, Georgia, Ghana, Jamaica, Lesoto, Liberia, Malaui, Nigeria, Uganda, Zambia y Zimbabue.
El año próximo se ampliará, por ejemplo con el envío de auditores a la República del Congo, Egipto, Uganda, Camerún y Vietnam con el objetivo de superar los 100 despliegues para el año 2020.
Además, está previsto el primer programa de cooperación Sur-Sur que implicará el desplazamiento de auditores kenianos a Botsuana en 2017.
La finalidad es mejorar la recaudación fiscal y desarrollar capacidades en materia de auditoría fiscal, así como hacer un llamamiento sobre la necesidad de cumplir las obligaciones con los impuestos.
El director de la iniciativa, James Karanja, hizo hincapié en que el programa "está demostrando cómo el desarrollo de capacidades puede desempeñar un papel decisivo a la hora de garantizar que todas las sociedades paguen la parte de impuestos que les corresponde".