Los analistas de Bank of America recomiendan a los inversores que vendan acciones cuando la Reserva Federal baje los tipos de interés por primera vez. Argumentan que esta acción indica una mayor probabilidad de una grave recesión económica en Estados Unidos.
En su último informe semanal, los analistas subrayan los riesgos cada vez más evidentes de una desaceleración económica significativa. Esto contrasta con la expectativa general de una ralentización leve o ninguna ralentización en absoluto.
Los analistas mencionan específicamente el vínculo histórico entre el índice ISM manufacturero y las cifras de empleo en el sector manufacturero. Observan que el único periodo prolongado en el que el índice indicó una contracción económica mientras las cifras de empleo seguían siendo positivas fue el comprendido entre 1984 y 1986.
Según el informe más reciente del jueves, la actividad manufacturera en Estados Unidos disminuyó más que en los últimos ocho meses, lo que subraya estas preocupaciones.
Al mismo tiempo, el valor de ciertas inversiones ha subido significativamente en previsión de la esperada reducción de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal. El índice S&P 500, por ejemplo, ha aumentado un 32% en los últimos nueve meses. Esto contrasta fuertemente con la subida media del 2% observada en los doce periodos anteriores a la primera reducción de tipos por parte de la Reserva Federal desde 1970, según datos del Bank of America.
Según los datos de EPFR Global correspondientes a la semana que finalizó el 31 de julio, se produjo un notable movimiento de dinero hacia los fondos de renta fija y variable. Los fondos de renta fija recibieron 14.600 millones de dólares y los de renta variable, 8.900 millones.
Además, las inversiones en oro atrajeron 800 millones de dólares. Por el contrario, los fondos de efectivo vieron disminuir sus tenencias en 12.500 millones de dólares, y los fondos de criptomonedas disminuyeron en 400 millones.
Las acciones del sector tecnológico recibieron la mayor cantidad de dinero en seis semanas, con un total de 3.600 millones de dólares.
Al mismo tiempo, los fondos centrados en valores de mercados emergentes atrajeron 4.500 millones de dólares, de los cuales 4.800 millones se destinaron específicamente a valores chinos. Los bonos de alta calidad crediticia vieron una afluencia de 10.800 millones de dólares, y los bonos de alto riesgo experimentaron un aumento de 1.500 millones.
Es importante reconocer que estas cifras no reflejan la actividad del mercado el jueves, cuando los índices S&P 500 y Nasdaq 100 bajaron un 1,3% y un 2,4%, respectivamente, debido a la creciente preocupación por la estabilidad de la economía estadounidense.
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